Los dos caminos del hombre.
Pro_14:2. Pro_14:12, Pro_14:14. Pro_14:22. Dos caminos del hombre.
En toda la Biblia encontramos una constante expresada desde diferentes perspectivas y situaciones, pero constante al fin.
El ser humano solo tiene delante de si dos caminos:
• Uno que lleva a la vida eterna.
• Otro que, con muchas variantes, lleva a la condenación eterna.
• El camino de Dios (que no cambia, que permanece para siempre, que no miente y que no depende de una época, ni una cultura, ni de las circunstancias cambiantes de la humanidad Mal_3:6, Mat_5:18, Num_23:19)
• El otro camino lleno de variantes pero que en esencia y en el fondo es el mismo: caminos que al hombre le parecen derechos en su propia opinión, pero su fin es la ruina (Pro_16:25, Pro_14:12).
Y el Libro de Proverbios no es la excepción, y en él esta dicotomía es mucho más evidente, clara, inconfundible:
• La persona sabia y la persona necia.
• La sabiduría divina y la sabiduría humana.
• La persona que camina con Dios y la que no camina con Dios.
El Libro de Proverbios toca a todo lo largo y ancho de él, este tema de una manera repetitiva, y utilizando comparaciones profusamente, porque este es el método didáctico que se corresponde no solo a que Dios ha establecido, sino que está arraigado profundamente en la naturaleza humana:
• La repetición.
• El uso de figuras y comparaciones que hablan más que mil palabras.
Estos pasajes son una manifestación de esa dicotomía:
La persona sabia:
• Es obediente a la Palabra de Dios, teme a Dios, camina en rectitud (Pro_14:2): justicia, honradez, verdad.
• Sus caminos no parecen, son derechos, conforme a la justicia de Dios (Pro_14:12); no camina en sus propios caminos, de su voluntad, sino en los caminos de Dios, haciendo la Voluntad de Dios y por ello disfruta de la plenitud del Reino de Dios (Mat_6:33, Mat_7:21): sus bendiciones.
• Disfruta plenamente (contento y contentamiento) de sus caminos (Pro_14:14).
• No se equivocan en sus caminos cuando siguen la dirección de Dios por Su Palabra y Su Espíritu Santo (Sal_119:105, Rom_8:14).
• Alcanzan misericordia y gracia (libertad y bendición, Pro_14:22).
La persona necia:
• No es obediente a la Palabra de Dios ni teme a Dios, camina en caminos pervertidos, menosprecia a Dios (Pro_14:2).
• Sus caminos, aunque parezcan derechos en su propia opinión, son torcidos, son los caminos de su propia voluntad, que en lugar de conducir a la plenitud de las bendiciones del Reino de Dios y la vida eterna lo conducen a la ruina (Pro_14:12).
• Sus caminos producen hastío (frustración, decepción, desánimo, ansiedad, angustia, temor, amargura, y otras muchas emociones negativas) (Pro_14:12).
• Son caminos de la carne, y la carne, en última instancia, es la responsable de toda emoción negativa, que resulta de la corrupción del pecado.
• Sus caminos son error tras error porque solo piensan el mal, hacen el mal y cosechan el mal (la ausencia de Dios en sus corazones) (Pro_14:22).
Busquemos siempre caminar en la Palabra de Dios y en la sabiduría divina (obediencia a la Palabra) y nos irá bien en la vida (Sal_1:1-3).
• Tengamos en ello nuestra delicia todos los días, todo el tiempo, en todas las circunstancias (3Jn_1:2).
En toda la Biblia encontramos una constante expresada desde diferentes perspectivas y situaciones, pero constante al fin.
El ser humano solo tiene delante de si dos caminos:
• Uno que lleva a la vida eterna.
• Otro que, con muchas variantes, lleva a la condenación eterna.
• El camino de Dios (que no cambia, que permanece para siempre, que no miente y que no depende de una época, ni una cultura, ni de las circunstancias cambiantes de la humanidad Mal_3:6, Mat_5:18, Num_23:19)
• El otro camino lleno de variantes pero que en esencia y en el fondo es el mismo: caminos que al hombre le parecen derechos en su propia opinión, pero su fin es la ruina (Pro_16:25, Pro_14:12).
Y el Libro de Proverbios no es la excepción, y en él esta dicotomía es mucho más evidente, clara, inconfundible:
• La persona sabia y la persona necia.
• La sabiduría divina y la sabiduría humana.
• La persona que camina con Dios y la que no camina con Dios.
El Libro de Proverbios toca a todo lo largo y ancho de él, este tema de una manera repetitiva, y utilizando comparaciones profusamente, porque este es el método didáctico que se corresponde no solo a que Dios ha establecido, sino que está arraigado profundamente en la naturaleza humana:
• La repetición.
• El uso de figuras y comparaciones que hablan más que mil palabras.
Estos pasajes son una manifestación de esa dicotomía:
La persona sabia:
• Es obediente a la Palabra de Dios, teme a Dios, camina en rectitud (Pro_14:2): justicia, honradez, verdad.
• Sus caminos no parecen, son derechos, conforme a la justicia de Dios (Pro_14:12); no camina en sus propios caminos, de su voluntad, sino en los caminos de Dios, haciendo la Voluntad de Dios y por ello disfruta de la plenitud del Reino de Dios (Mat_6:33, Mat_7:21): sus bendiciones.
• Disfruta plenamente (contento y contentamiento) de sus caminos (Pro_14:14).
• No se equivocan en sus caminos cuando siguen la dirección de Dios por Su Palabra y Su Espíritu Santo (Sal_119:105, Rom_8:14).
• Alcanzan misericordia y gracia (libertad y bendición, Pro_14:22).
La persona necia:
• No es obediente a la Palabra de Dios ni teme a Dios, camina en caminos pervertidos, menosprecia a Dios (Pro_14:2).
• Sus caminos, aunque parezcan derechos en su propia opinión, son torcidos, son los caminos de su propia voluntad, que en lugar de conducir a la plenitud de las bendiciones del Reino de Dios y la vida eterna lo conducen a la ruina (Pro_14:12).
• Sus caminos producen hastío (frustración, decepción, desánimo, ansiedad, angustia, temor, amargura, y otras muchas emociones negativas) (Pro_14:12).
• Son caminos de la carne, y la carne, en última instancia, es la responsable de toda emoción negativa, que resulta de la corrupción del pecado.
• Sus caminos son error tras error porque solo piensan el mal, hacen el mal y cosechan el mal (la ausencia de Dios en sus corazones) (Pro_14:22).
Busquemos siempre caminar en la Palabra de Dios y en la sabiduría divina (obediencia a la Palabra) y nos irá bien en la vida (Sal_1:1-3).
• Tengamos en ello nuestra delicia todos los días, todo el tiempo, en todas las circunstancias (3Jn_1:2).
27
Abr
2025