Estudio Bíblico

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Determinados para el éxito.



DETERMINADOS PARA EL ÉXITO.


Nuestra vida fue determinada por Dios para el éxito.
Su diseño para nuestra vida: 3 Jn 2, Jer 29.11, Prov 4:18, Rom 8:37.
Su diseño para nosotros: Sal 139.13-16, 1 Ped 1.23, 2 Ped 1.4.
El éxito verdadero (hacer Su voluntad) ya está preparado para nosotros (Efe 2.10).


El puso en nosotros todas las semillas que necesitamos para vivir en un estado de bie-estar.
El poder de la semilla: la semilla de mostaza (Mat 13.31-32). Pequeña pero una vez desarrollada, crece más que cualquier otra hortaliza.
Dios cree en nosotros (nos creó, nos compró).
El diablo también (Exo 1:7-10). Por ello busca robarnos, distraernos en nuestra identidad y verdadero ser, para que no nos demos cuenta de nuestro potencial (Exo 1.11-14).


Moisés (o las excusas que nos damos).
Desde un principio Dios lo diseñó para ser el libertador de Israel (Sal 139.13-16, Efe 2.10).
Por ello, cuando tenía cuarenta años y vió a un egipcio maltratar a un israelita, lo mató.
Tenía el diseño, pero no estaba desarrollado (estaba mal orientado).
Dios lo llevó al desierto para terminar de formarlo.
Dios creyó en El (sabía la necesidad y lo comisionó para ella, Exo 3:7-10).
Pero Moisés no creía en lo que Dios creía de él (igual nos pasa a nosotros).
Exo 3:11: la excusa del “no soy” (identidad).
Exo 3:13: la excusa del “no se” (conocimiento).
Exo 4:1: la excusa de “no puedo” (poder).
Exo 4:10: la excusa de “no tengo” (habilidad, capacidad, dones, llamado).
Exo 4:13: la excusa de “no valgo” (valor).


Las respuestas de Dios a nuestras excusas.

Identidad.
Jn 1:12. Somos los hijos y las hijas de Dios.
Efe 1.23. Somos la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.
1 Ped 1:23. Somos la simiente de Dios, fuimos engendrados por El, sus características están en nosotros.
2 Ped 1.4. Tenemos el ADN de Dios, la naturaleza divina.
Somos más que vencedores por medio de Él.
Todo lo podemos en El que nos fortalece.

Conocimiento.
Tenemos la semilla del conocimiento de lo que necesitamos saber para hacer lo que Dios nos llamó a hacer. No sabemos lo que no necesitamos saber (hacer lo que otros hacen).
Dios no bendice la ignorancia (necesito esforzarme por desarrollarme), pero para hoy, ya conozco lo que necesito conocer para empezar a caminar en el propósito de El para mí:
 Al más que suficiente (Exo 3:14).
 Al que me guía a toda verdad (Jn 16:13).
 Al que es Espíritu de sabiduría, consejo, conocimiento, inteligencia, ciencia, entendimiento (Isa 11:2).

Poder.
Col 2:15. El diablo fue despojado por Cristo en la Cruz del Calvario (es un pobre diablo).
2 Tim 1:7. Dios ya nos dio espíritu de poder, amor y dominio propio.
Mat 28.18-20. Dios, en Cristo, ya nos entregó toda la autoridad en el cielo y en la tierra.
Mat 16:18-19. Tenemos la autoridad de El para atar y desatar en la tierra lo que será atado y desatado en el cielo y ni las puertas del Hades, ni los demonios podrán prevalecer contra nosotros.

Habilidad.
Efe 2.10. Si Dios nos creó para buenas obras que El preparó de antemano, es porque también puso en nosotros lo necesario para realizarlas (Sal 139.13-16).
Hch 17.26-28. También nos puso en el lugar y en el tiempo adecuado para hacerlas.
1 Cor 12:8, 11, 18, 28. El ya nos dio los dones y las habilidades que necesitamos para cumplir el rol que El nos asignó.
Las dudas respecto a todo lo que somos, conocemos, podemos, y valemos nos vienen por la misma razón que le vinieron a Adán.
El diablo es un mentiroso que quiere robar, destruír y matar nuestro destino victorioso en Cristo.
El diablo nos tiene envidia (tenemos lo que él siempre deseo) y miedo (somos los investidos de poder para derrotarlo).
Va a usar los mismos argumentos que usó contra Adán y trató de usar contra Cristo.
 Tratar de hacernos dudar de nuestra identidad, conocimiento, poder, habilidad y valor:
 Adán “era” como Dios (hijo) aunque no “hacía” como Dios.
 Nosotros también somos los hijos y las hijas de Dios, aunque no hagamos como otros (tenemos un diseño único, original; somos originales, no imitaciones).


Valor.
Fuimos comprados en el mercado de esclavos (éramos esclavos del pecado y del diablo).
Un comprador determina el precio que está dispuesto a pagar por su compra en base al valor que él le asigna.
Dios nos asignó el valor de la Sangre de Cristo.
El no invirtió en fracasos. El transforma en éxitos los fracasos (lo vil y menospreciado llamó, para manifestar en ellos Su gloria y su poder).



27 Sep 2009
Referencia: Propósito.