Estudio Bíblico

Inicio > Estudio

El arrebatamiento.



LOS ULTIMOS TIEMPOS DE LA HISTORIA (13).

EL ARREBATAMIENTO.



La Segunda Venida de Cristo: dos fases.
Cuando se examinan con cuidado las más de trescientas referencias de la Biblia a la Segunda Venida de Cristo, queda claro que hay dos fases en su retorno:
UNO. El arrebatamiento: la esperanza bienaventurada (Tit 2:13), Jn 14:1-3, 1 Tes 4:16-17, 1 Cor 15:50-58.
DOS. La manifestación gloriosa (Tit 2:1,3, Mat 24:27-31, Apo 19.11-20:6).
Hay demasiadas actividades contrapuestas relacionadas con Su regreso como para que se las funda a todas en una sola venida.
Primero, El vendrá súbitamente en el aire a arrebatar a Su Iglesia y llevarse a los creyentes a la casa de Su Padre, cumpliendo su promesa de Jn 14:1-3; no va a ser visto por nadie en la tierra. El finalizará Su segunda venida regresando gloriosa y públicamente (todo ojo lo verá) a la Tierra con gran poder para instalar Su reinado.
Segundo. La Iglesia arrebatada compareceremos ante el trono del juicio de Cristo (2 Cor 5:8-10) y participaremos del banquete de las bodas del Cordero (Apo 19.1-10). Y las bodas del Cordero son antes que la manifestación gloriosa (Apo 19.11-21).
Tercero: El arrebatamiento es para la Iglesia y la manifestación gloriosa es para Israel.
Cuarto. El arrebatamiento es para preservar a la Iglesia del día de la ira (la tribulación y la gran tribulación) en tanto que la manifestación gloriosa es posterior al día de la ira.
Quinto. Para que entre en acción el ministerio de la iniquidad (el anticristo), primero debe ser quitada la iglesia que es lo que lo detiene (Mat 5:13-16), y ello no sería posible si todavía el cuerpo de Cristo esté en la tierra.


La certeza del arrebatamiento.
Jn 14:1-3: El vendrá por nosotros, fue a prepararnos morada en la casa del Padre de tal manera que donde El esté estemos también nosotros.
Fil 3:20-21: nuestra ciudadanía está en el cielo de donde esperamos al Señor Jesucristo.
1 Tes 2:19, 1 Tes 4:13-18, 1 Tes 5:23, 2 Tes 2:1, Sant 5:7-9, Apo 2:25, Heb 9:28


Tres posturas alternativas.
A pesar de la certeza en el arrebatamiento, en el ámbito cristiano hay diferencias en cuanto al tiempo en el cual este ocurrirá:
UNO. Los que sostienen que ocurrirá a mediados de la tribulación, justo antes del inicio de la gran tribulación.
DOS. Los que sostienen que ocurrirá cuando ya hayan pasado las tres cuartas partes de ese tiempo, es decir, a la mitad de la gran tribulación.
TRES. Los postribulacionistas que creen una especie de arrebatamiento estilo yoyo: subir para bajar casi de inmediato.
CUATRO. Los pre-tribulacionistas que creen que ocurrirá antes de que inicie la tribulación.
Lo que difiere en estas posiciones es si la iglesia pasa por algo, parte o toda la tribulación.


El tiempo del arrebatamiento.
Luc 21:34-36: el arrebatamiento antes de la tribulación.
Rom 2:5-11, 1 Tes 5:9: los creyentes y los impíos no están destinados a lo mismo.
1 Tes 1:10: esperamos a Jesús quién nos libra de la ira venidera.
Si bien algunos de los creyentes en Dios sufrirán durante el tiempo de la ira de Dios (los mártires de la tribulación), esos serán creyentes que se convirtieron a El después del arrebatamiento.
Pero que la iglesia sea librada significa que la iglesia debería ser arrebatada antes de que empiece el tiempo de la tribulación (Luc 21:36 exhorta a los cristianos a escapar de esos tiempos manteniéndose vigilantes de sí mismos y en oración)
Puesto que la tribulación es especialmente el tiempo de la ira de Dios y puesto que los cristianos no están destinados para ira, la iglesia debería ser arrebatada antes de la tribulación.
Estos pasajes dejan en claro que para los creyentes será el arrebatamiento y para los impíos, la ira y el enojo de Dios, tribulación y angustia (la tribulación).:


El mismo Señor Jesucristo prometió librarnos (Apo 3:10).
La palabra griega que se traduce al español “de” (después de guardaré” es la palabra “ek” que literalmente significa “fuera de”; entonces la traducción del significado de este versículo es “te guardaré poniéndote fuera de la hora de la prueba”.
Apo 2 y 3: las siete cartas a las siete Iglesias están escritas antes de la secuencia de hechos que describen la tribulación (Cap. 4 en adelante), lo que implicaría que todas las seis iglesias verdaderamente creyentes hasta Apo 3:10, El las guardará de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo.
La ultima Iglesia, la de Laodicea (pobre, ciega, desnuda, miserable, no conversa), muy posiblemente va a pasar por la tribulación, no se va a ir con el Señor en el arrebatamiento.


La Iglesia está ausente en los capítulos 4 al 18 del Apocalipsis que se refieren a los juicios de Dios en la tribulación y la gran tribulación.
En los primeros tres capítulos de Apocalipsis la Iglesia es nombrada o mencionada diecisiete veces pero después que Juan (un miembro de la iglesia) es llamado al cielo en el capítulo 4 (tipo del arrebatamiento), él mira para abajo los acontecimientos de la tribulación y la iglesia no se menciona de nuevo en todo el libro sino hasta el capítulo 19 cuando regresa a la tierra con Su Esposo en la manifestación de Su Gloria.
¿Por qué no se menciona? Obviamente porque la iglesia no está en la tribulación, es arrebatada para estar con el Señor antes de que empiece la tribulación.


Como en los días de Noé (Mat 24:38-41).
Si leemos los capítulos del 4 al 18 de Apocalipsis es claro que estos no serán tiempos de fiesta ni de celebración, sino precisamente de tribulación, por lo cual a este tiempo no corresponde el tiempo de “entrar en el arca”, que es el tipo de la protección (arrebatamiento) de la iglesia de los juicios que vienen sobre el mundo impío.


El día del Señor vendrá como ladrón en la noche (1 Tes 5:2-11).
El día del Señor se refiere al arrebatamiento de la iglesia, y en este tiempo estarán diciendo “paz y seguridad” (no tribulación), por lo tanto, es una indicación a que el arrebatamiento de la Iglesia sería antes de la tribulación.
Los creyentes que estén vivos en ese momento no estarán en tinieblas (ignorancia) como para que nos sorprenda.
Dios no nos ha puesto para ira sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo (arrebatamiento).



¿Cuánto tiempo antes de la tribulación?.
Mat 24:36, Mat 24:42-44, Mat 25:1-13, Mar 13:26-37, Luc 12:35-48 enseñan que el tiempo solo Dios lo sabe, por lo que tenemos necesidad de estar preparados siempre.
Uno de los malentendidos más extendido entre los que sostienen que el arrebatamiento es antes de la tribulación es el de que el arrebatamiento es el inicio de la tribulación. Pero Dan 9:27 nos deja claro que la firma del pacto entre el anticristo e Israel es el que da comienzo a los siete años de la tribulación, no el arrebatamiento.
El arrebatamiento podría suceder un día, una semana o varios años antes de la firma de ese pacto.
Dios en su sabia providencia ha diseñado la profecía bíblica de tal manera que el arrebatamiento ha parecido inminente a los cristianos de cada generación.
Ninguna cosa es un mayor y mejor motivador que creer que Jesús puede venir en cualquier momento.
El arrebatamiento inminente nos lleva a una consagración mayor, a una vida santa en una era impía, y a la evangelización y las misiones.


Cinco acontecimientos del arrebatamiento (1 Tes 4:13-18).
Uno. El Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios (la final trompeta, 1 Cor 15:52), descenderá del cielo.
Dos. Los muertos en Cristo resucitarán primero, con un cuerpo incorruptible (1 Cor 15:52). El arrebatamiento no es solamente para los cristianos que estemos vivos cuando Cristo vuelva sino que abarca a todos los creyentes desde el día de Pentecostés (cuando empezó la Iglesia) hasta el día en que Cristo vuelva por Su Iglesia.
Tres. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes; nuestro cuerpo será transformado en un instante (1 Cor 15:52), lo corruptible se vestirá de incorrupción, y lo mortal se vestirá de inmortalidad (1 Cor 15:54). Enoc, en el Antiguo Testamento ilustra esta experiencia transformadora (Gen 5:24) al igual que Elías (2 Rey 2:11).
Cuatro. Para recibir al Señor en el aire: en ese momento el Señor no pone sus pies en la tierra, por lo tanto no es su segunda venida plena, solo un anticipo de que el tiempo se acerca.
Cinco. Así estaremos siempre con el Señor: no vamos a ir inmediatamente a acompañarlo para la batalla del día final.


Seremos transformados.
1 Cor 15:50-55: en el arrebatamiento, los muertos en Cristo resucitarán primero y luego nosotros seremos transformados en un instante.
Col 3:4: cuando Cristo se manifieste, nosotros también seremos manifestados con El en gloria.
1 Jn 3:2: cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.

Nuestras obras van a ser juzgadas, para recompensas (asignación de moradas).
Ecle 12:14: Dios traerá toda obra y toda cosa encubierta a juicio.
Mat 5:11-12: en el cielo hay galardones esperando a los creyentes, específicamente a los que fueron perseguidos y vituperados por el Nombre de Cristo.
Mat 5:19: los que guarden y enseñen los mandamientos del Reino serán llamados grandes en el cielo.
Mat 12:36-37: también seremos juzgados por nuestras palabras.
Luc 19:12-27: primero el juicio de los siervos (creyentes de Dios) y después el juicio de los enemigos de Dios (podría ser un indicativo también del arrebatamiento de los creyentes y después la tribulación de los impíos en la tierra).
2 Tim 4:1: juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino; si los vivos son los creyentes esto sería un indicativo de que seremos juzgados en el arrebatamiento, y los muertos (los impíos) cuando El venga a establecer Su Reino (en su manifestación gloriosa).
Luc 22:28-30, 2 Tim 4:8. Rom 14:12, 1 Cor 3:12-15, 1 Cor 4:5, 2 Cor 5:10. Col 3:23-25, Apo 2:7, Apo 2:11, Apo 2:17, Apo 2:26-28, Apo 3:4-5, Apo 3:10-12, Apo 3:21.
La necesidad de estar preparados (Mat 24:42-51, Mar 13:33-37, Luc 21:34-36, 2 Ped 3:11-14, 18).


Una advertencia: La Iglesia de Laodicea (la último iglesia, la que se va a quedar)
Una iglesia rica y hedonista.
Hoy el dinero y el hedonismo (los placeres de la carne) importan más que la moral (ejemplo: el 67% de los estadounidenses aprobaron la conducta inmoral del presidente Clinton porque “la economía estaba bien” lo que significó que el dinero les importa más que la moral; eso hace cincuenta años era impensable que sucediera en ese país).
Dios aplastará la economía del mundo como un alfarero aplasta una vasija de barro con una vara de hierro (los países y los estratos sociales más acomodados económicamente son donde el evangelio menos ha penetrado). Si no sirven al Señor en prosperidad, entonces Dios enviará pobreza (derrumbe de la economía, de las bolsas de valores, surgimiento de nuevos actores económicos que los desplazarán, etc.). De hecho ya están sucediendo las primicias de lo que será más adelante (la crisis de la economía mundial 2008-2009).
La mayoría de estas personas consideran la prosperidad económica como una señal de la aprobación divina o de su autosuficiencia y no necesidad de Dios, lo que es falso. Basta examinar el registro histórico y el bíblico de las naciones cuyas economías estaban en la cima cuando llegó el juicio de Dios y sacudió todo lo que se podía sacudir, incluída la economía:
• Sodoma y Gomorra (Ezeq 16:49-50).
• La caída de los imperios Persa, Medo, Griego, Romano, etc.




20 Abr 2009