Estudio Bíblico

Inicio > Estudio

Hablar en otras lenguas.



ENSEÑANZA No. 39.

HABLAR EN OTRAS LENGUAS.



Objetivos de la enseñanza.
Mejorar nuestro entendimiento acerca del significado del bautismo cristiano en todas sus modalidades, y pasar por la experiencia de ellos para crecer en la obediencia y la madurez en Cristo.
Mejorar nuestro entendimiento y convicción de que debido al valor tan alto de nuestra salvación, necesitamos vivir de una manera digna y consecuente con la fe que Cristo tiene en nosotros, y para ello necesitamos experimentar los bautismos que Cristo nos enseña en Su Palabra.
Entender todas las implicaciones del bautismo en EL Espíritu Santo, y crear en cada uno de los no bautizados, el anhelo, la necesidad y la expectativa de ser bautizados.
Entender todas las implicaciones de la manifestación de hablar en otras lenguas, asociada al bautismo en el Espíritu Santo.


Aspectos generales.
El don es muy mal entendido y tan obvia y sobrecogedoramente sobrenatural que desafía de inmediato a aquellos que no creen en lo sobrenatural.
La única distinción escritural entre la señal de lenguas y el don de lenguas es que cuando las lenguas son utilizadas por primera vez por una persona, es la señal del bautismo en el Espíritu; todo uso subsiguiente por la misma persona es el don de lenguas en operación.
Es la expresión sobrenatural mediante el Espíritu Santo, en lenguas que jamás ha aprendido el que habla, y que ni siquiera son comprendidas en su mente, y que en la mayoría de los casos no son comprendidas por quienes las oyen.
Cuando una persona habla en lenguas, su mente, inteligencia y comprensión se hallan inactivas.
El Señor Jesús mismo instituyó el don, prometiendo que sería para todos los que creyeran (Mar 16:17).
Fueron y son un idioma, mayormente desconocido para los oyentes y siempre para los que lo hablan, pero en ocasiones, pueden llegar a ser conocidos para algún oyente, como en Pentecostés.
Es para edificación, exhortación y consolación.
Las lenguas son personales; cada creyente puede tener una propia, ya que son para edificación personal (1 Cor 14:14)
Nada tiene que ver con la habilidad lingüística ni con la mente o el intelecto de la persona. No es retórica con ayuda divina.
No es para proveer guía o dirección en asuntos personales. Esa es una función del Espíritu Santo. El empeñarse en buscar dirección mediante lenguas e interpretación en grupos es no tan solamente contrario a las Escrituras sino altamente perjudicial.


Ejemplos bíblicos y usos de la manifestación del don.
Que las personas puedan hablar en forma sobrenatural con Dios (1 Cor 14:2).
Que los creyentes puedan magnificar a Dios (Hch 10:46).
Que podamos edificarnos espiritualmente a nosotros mismos (1 Cor 14:4).
Que nuestro espíritu pueda orar separadamente de nuestro entendimiento (1 Cor 14:14; Isa 28:11-12).
Que la Iglesia pueda ser edificada (1 Cor 14:5, 12-13, 26), cuando el mensaje en lenguas es interpretado.
Una señal para los que no creen (cuando es un idioma que entienden y que el otro no tenía forma de saberlo).
Para nuestro provecho (1 Cor 12:7, Hch 2:4).


Como activar el don.
Anhelar y desear el don con todo su corazón, principalmente cuando las palabras de nuestro idioma no alcanzan para mantener la comunión y comunicación con Dios (las palabras de nuestro idioma constituyen una limitación a la comunicación y comunión con Dios).
Busque una persona madura con el don y pídale que lo active a usted en ese don.
Comenzar a orar aunque aparentemente solo sean sílabas sin relación coherente unas con otras, y tratar de hacerlo sistemáticamente después (es un acto voluntario, no un arrebatamiento de nuestra boca por el Espíritu).
No se desanime si no ve resultados de inmediato; su trabajo es creer la Palabra y hacerla, orando; el trabajo de Dios, edificarlo en su espíritu.


18 Abr 2009