Estudio Bíblico

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Selección de discípulos (2).



ENSEÑANZA No. 52.

SELECCIÓN DE DISCÍPULOS (2).




Objetivos de la enseñanza.
Adquirir los conocimientos básicos de algunos de los instrumentos que tenemos a nuestra disposición para seleccionar discípulos.
Adquirir los conocimientos básicos acerca del uso de esos instrumentos para poderlos utilizar eficientemente para seleccionar discípulos.
Adquirir los conocimientos básicos para comenzar la aplicación y el perfeccionamiento del uso eficiente de esos instrumentos para seleccionar discípulos.


Orar diligentemente.
Luc 6:12: Jesús escogió a sus discípulos solamente después de que oro.
La dirección de Dios en la selección de un discípulo es imprescindible (1 Sam 16:7).
Jn 6:44: no hay ningún método por el cual podamos inducir a alguien a morir a sí mismo y a entrar en una relación de discipulado. Solamente Dios puede hacerlo (Hch 13:2).


Seleccionar cuidadosamente.
Después de haber observado por suficiente tiempo a las personas que tenemos como candidatos a discípulos y orar diligentemente al respecto y haber recibido la dirección del Señor en la escogencia, viene el proceso final, que implica por lo menos, tres pasos:
• Tomar la iniciativa y extender la invitación.
• Explicar la relación.
• Dejarlo decidir.


Tomar la iniciativa y extender la invitación.
Nosotros somos los que debemos tomar la iniciativa. Cuando Cristo comenzó su discipulado, El llamó a cada uno de los escogidos personalmente (Jn 6:70).
Al extenderle la invitación necesitamos explicarle el proceso que seguimos para su selección, la observación de la presencia en él de las características básicas que se requieren para ser un discípulo, y la necesidad de una relación más estrecha, de persona a persona con un cristiano maduro que le provea del adiestramiento de calidad y las condiciones básicas para las necesidades individuales implicadas en el proceso de madurez espiritual.


Explicar la relación.
Es necesario informarle con la mayor claridad y extensión posible de las implicaciones de la relación de discipulado:
UNO. De las necesidades de tiempo para reuniones y para el desarrollo de tareas específicas. Este compromiso de tiempo mínimo debe ser acordado por anticipado.
DOS. Que debe considerar su crecimiento espiritual como lo prioritario en su vida.
TRES. De la necesidad del compromiso. Sin él, a la primera señal de dificultad o de desánimo por alguna debilidad, es probable que renuncie. El compromiso significa no volver atrás, no tener fronteras ni reservas mentales ni restricciones. El compromiso nos traslada del plano de lo voluntario a lo obligatorio y permanece firme para ambos pesar de los tropiezos de él.
CUATRO. De la necesidad de la sumisión (Ecle 5:8). La sumisión es confianza, y debe someterse a nosotros en la confianza de que somos la persona que Dios ha determinado para ayudarle en su crecimiento y desarrollo hacia la madurez espiritual. La sumisión es crucial porque sin ella no podremos ejercer autoridad sobre él para formarlo. Nuestro posible discípulo debe hacer un compromiso de sujetarse a nosotros gozosamente (Heb 13:17). También la sumisión es seguridad y protección (Sal 133, Prov 24:6).
CINCO. Rendición de cuentas e iniciativa activa. Hay situaciones en las que el discipulo debe tomar la iniciativa para buscar nuestra dirección hacia la madurez. Ello necesitará de sinceridad y franqueza, hablando la verdad en amor (Efe 4:15, Sant 5:16, Gal 6:2). No trata de protegerse a sí mismo ocultando lo que es en realidad.
SEIS. La necesidad de la visión (Amós 3:3, Prov 29.18). Ninguno de nosotros somos un fin en sí mismos, sino un eslabón en el gran plan de Dios para expandir Su Iglesia y Su Reino por medio de la reproducción.


Dejarlo decidir.
No debemos tratar de forzar en el candidato a discípulo una respuesta positiva, aún cuando Dios nos haya indicado claramente que él era uno de los que deberíamos escoger (Ecle 3.1-10). Si lo es, el Espíritu Santo le hablará también a él directamente. Es muy importante que él tenga la libertad de decidir por las implicaciones futuras del proceso.
Solamente el Espíritu Santo puede llamar a una relación de discipulado (Rom 9:16). Necesitamos que nuestro deseo de discipularlo sea templado con la paciencia esperando el tiempo de Dios y solo a la persona que Dios envíe (Ecle 3:11, 1 Cor 3:6). De lo contrario, no vamos a ver resultados y nos vamos a frustrar.
Por lo tanto, es necesario que el posible discípulo tome una o dos semanas para orar y decidir, aunque ya esté seguro y quiera tomar la decisión en ese mismo momento. Pensar más, orar más, meditar más, lo único que produce es beneficio: mayor seguridad, solidez, firmeza, compromiso, etc.


Preguntas para autoevaluación.
¿Cuáles son los instrumentos básicos para seleccionar discípulos que estudiamos en esta lección?
Defina con sus propias palabras que entiende por orar diligentemente y cuales son sus principios básicos en cuanto a la selección de discípulos.
Defina con sus propias palabras que entiende por seleccionar cuidadosamente a los discípulos y cuales son sus principios básicos.
¿Cuáles son los tres pasos que implica la selección cuidadosa de los discípulos?
¿En que consiste y cuales son los principios relacionados con tomar la iniciativa y extender la invitación?
¿En que consiste y cuales son los principios básicos de explicar cuidadosamente la relación’
¿En que consiste y cuales son los principios básicos de dejarlos decidir?




20 Mar 2009
Referencia: Enseñanza 52.