Estudio Bíblico

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El misterio de los pozos.



Cuando Jesús fue a Samaria, llegó al Pozo de Jacob (Jua_4:4-6).
• Y Jesús, cansado del camino, se sentó junto al pozo, era como medio día.
• Y estando él allí, solo, llegó una mujer samaritana a sacar agua.
• Las mujeres de la ciudad acostumbraban ir allí a sacar agua del pozo para sus casas.
• Pero no a esa hora, o lo hacían por la mañana temprano o por la tarde, por cuestión del calor y del sol.
• Ella iba a esa hora del día porque por su situación marital era una mujer despreciada, una mujer rechazada, una mujer marcada por el pecado (había tenido cinco esposos, y el hombre con el que ahora vivía no era su marido, Jua_4:16-18).

Pero Dios planeó ese encuentro desde el principio.
• Los pozos, en la Biblia, siempre se refieren a encuentros significativos.
• Jacob allí encontró a Raquel, que llegaría a ser posteriormente su esposa.
• Moisés allí encontró a Séfora.
• El criado de Abraham (sombra del Espíritu Santo) allí encontró a Sara (sombra de la Iglesia), para esposa de Isaac (tipo de Cristo) (Gen_24:11-28).

Un pozo es el lugar donde los sedientos van a beber, un lugar donde se satisfacen necesidades.
• El pozo es el lugar donde el Servidor del Padre (el Espíritu Santo) se encuentra con la novia (nosotros, la iglesia).
• Antes de conocer a Cristo estábamos en el pozo de la desesperación (Sal_40:2).
• En el lugar de nuestra mayor necesidad, nuestra mayor sed, nuestro mayor vacío.
• Es en nuestra necesidad cuando estamos más abiertos al encuentro con Dios (Ecl_7:2-4).
• Es allí donde la mayoría tenemos un encuentro con Dios, recibimos al Espíritu y nos convertimos en la novia de Cristo (Isa_12:3, Isa_55:1).

La necesidad no es una cosa necesariamente mala.
• Tampoco lo es el vacío.
• Es lo que hacemos con ello.
• Todo el mundo tiene necesidades, todo el mundo tiene vacíos, todo el mundo tiene sed, y cada corazón conoce el vacío.
• Pero es allí donde el Espíritu Santo se encontrará con nosotros.
• Y ese pozo, entonces, se convierte en un lugar santo.
• Él se encontrará con nosotros allí no solo una vez, sino todos los días de nuestra vida.
• No menospreciemos nuestras necesidades, no reneguemos de ellas.
• No intentemos llenarlas con nuestros propios esfuerzos (Jer_17:5-6), será inútil.
• Vengamos junto a nuestro pozo de Jacob (Mat_11:28-30, Ose_2:14-16).
• Y allí seremos saciados Jua_4:14).
• Y allí, esas necesidades se volverán cosas sagradas (bendita la necesidad que nos hizo buscar a Cristo).
• Permitamos que cumplan con su propósito, que nos acerquen más al Novio y que sean satisfechas con las aguas del Espíritu (Sal_42:7, Jua_7:37-39).

La próxima vez que tengamos sed, una necesidad, un abismo, un vacío.
• Llevemos nuestra necesidad al Señor.
• Y allí le encontraremos con toda seguridad y nos dará Su Provisión y Su Paz (Fil_4:6-8).


Bibliografía: "El libro de los Misterios", Jonathan Cahn.

26 Mar 2024