Estudio Bíblico

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Conociendo a Jesús por Sus Nombres (Parte 26). Apocalipsis. Jesús hoy (4).



En Su diestra siete estrellas.
La diestra es la mano derecha, que, en la simbología bíblica, es la que representa el poder.
• Las estrellas (Vrs. 20) son los mensajeros (ministros, apóstoles) de las iglesias.
• Indica que las iglesias y sus miembros deben obedecerle,
• En este sentido nos está recordando la necesidad de nuestra obediencia plena al Señor, en todo aquello que Su Palabra nos enseña:
• Su Palabra es Su Ley, la Ley del Reino en el cual Él gobierna y nosotros vivimos).

También nos está recordando Su poder sobre todo el universo (Mat_28:18, Fil_2:9-11).
• Y estando esta reafirmación en el contexto de los ojos como llama de fuego y los pies como bronce bruñido, nos recuerda que estamos muy cerca de los tiempos finales.
• Del momento en el que Él va a ejercer todo Su poder.
• Ya no para misericordia, sino para juicio, invitándonos al arrepentimiento.
• A hacer frutos de arrepentimiento y a obedecerle en todo.
• No tenemos tiempo que perder.

Las Siete Estrellas.
• Al ser siete estrellas, representa lo completo, la totalidad de la Iglesia.
• Con esta figura, la Palabra nos enseña:
• Que toda la Iglesia está en las manos del Señor.
• Tanto la Iglesia como sus autoridades, son sostenidos y están en las manos del Señor (Rom_13:1-2, Efe_5:21-33).
• El Señor ejerce Su Autoridad Soberana sobre la Iglesia en su totalidad.
• Y sobre cada una de las personas que Él ha instituido como autoridades dentro de ella.
• Ninguna decisión o dirección que tome la Iglesia y/o Sus autoridades está fuera del control del Señor.
• Aun cuando aparentemente alguna de ellas tome una dirección equivocada.
• Una persona en autoridad, y aún una Iglesia, puede tomar decisiones correctas de acuerdo con lo que dice la Palabra y guía el Espíritu Santo.
• O puede tomar decisiones incorrectas, contrarias a lo que dice la Palabra y guía el Espíritu Santo.
• Ya sean decisiones y direcciones correctas o incorrectas Dios las permite y nos hace personalmente responsables de nuestras decisiones (Deut 30:19-20).
• Recordemos que todas las cosas obran para bien de los que aman al Señor (Rom 8:28-29).
• Lo que implica que toda dirección que la Iglesia y/o sus autoridades puedan tomar, estando bajo el control soberano de Dios, puede servir para una de dos cosas:
• Para bendición de los que le aman.
• Para confrontar y corregir o separar a los que no le aman.

• También nos enseña:
• Que Él ha delegado Su Autoridad en los Pastores de las Iglesias.
• Y quién se rebela contra ellas, se rebela contra Dios, atrayendo condenación para sí mismos (Rom 13.1-2).
• En este punto es necesario recordar que la rebelión es:
• Ir en una dirección contraria, faltar el respeto a la autoridad de Dios, menospreciarla, tenerla en baja estima, poner sobre la autoridad de Dios otra autoridad (la nuestra, la de la carne, el ego) (Isa 14:12-15)
• No es estar en desacuerdo con ciertas decisiones, enseñanzas, actitudes.
• Eso es desacuerdo, y el desacuerdo se soluciona de diferentes maneras que la rebelión.
• De hecho, la Palabra de Dios nos enseña que debemos escucharlo todo, tomar lo bueno y desechar lo malo, que juzguemos la profecía (para tomarla o desecharla), etc.
• Una prueba de ello es que cuando Pablo reprendió a Pedro porque Pedro no estaba procediendo de acuerdo a lo que la Palabra de Dios enseñaba, en Galacia (Gal 2:11-14), Pedro no le replicó que se estaba rebelando contra él, sino que recibió la amonestación y como prueba de ello, que no guardó nada en su corazón contra Pablo por esa corrección, escribe defendiendo a Pablo en 2Pe_3:15-16.

• Otra enseñanza.
• Que Él está ejerciendo en este tiempo su Autoridad en el mundo por medio de:
• Su Iglesia, Sus autoridades delegadas, y los hijos e hijas de Dios (Mat 28:18-20, 2 Cor 5:18-21, Hch 1:8).
• Esa autoridad es una autoridad para bendición, pero también correctiva, para arrepentimiento y salvación.



De Su boca sale una espada aguda de dos filos.
Espada aguda de dos filos es a la espada que utilizaba el ejército romano, la espada más eficiente conocida hasta ese momento.
• La espada era la principal arma ofensiva de los ejércitos antiguos.
• Era recta y con dos filos, lo que provocaba una doble herida en el soldado enemigo.
• La Palabra es recta, discierne los pensamientos del corazón y los del Espíritu (Heb_4:12).
• Por sus características necesitaba de una destreza especial que era adquirida mediante el entrenamiento constante (la Palabra requiere que estemos adiestrados para usarla correctamente, 2Ti_2:15).
En la Palabra de Dios, la espada siempre simboliza la Palabra de Dios, el arma ofensiva más poderosa con la que contamos en nuestra diaria batalla contra la carne, el mundo y los demonios (Heb_4:12, Efe_6:13-17, 2Co_10:3-6).
• De hecho, fue la única arma que Jesús utilizó contra el diablo cuando fue tentado en el desierto (Mat 4:1-11).
• Pablo exhorta a Timoteo a que sea un obrero aprobado, diligente porque se ha empeñado en usar bien la Palabra de Verdad (2Ti_2:15, 2Ti_3:14-17, 2Ti_4:1-2).
Los dos filos implican varias cosas:
• Una, la eficacia de la Palabra en cuanto arma, contra las maquinaciones de la carne, el mundo y los demonios.
• Dos, un doble uso: como arma ofensiva, pero también como un arma para la transformación de nosotros mismos (Sal_119:105, Heb_4:12, Jer_1:9-10).
Siendo el mensaje del Libro de Apocalipsis un mensaje de aliento y de advertencia para la Iglesia, la espada aguda de dos filos que sale de la boca de Jesús tiene dos simbolismos:
• Por un lado, el de aliento a la Iglesia.
• Por el otro el de la advertencia del inminente juicio de Dios.
• La Palabra es la Verdad (Jua_17:17), y Cristo es la Verdad (Jua_14:6).
• La Palabra no cambia ni una tilde ni una jota (Mat_5:18, Luc_16:17). Es permanente (Isa_40:8) y tiene que cumplirse (Isa_55:11), no cambia. Jesús es el mismo ayer, hoy y por los siglos (Heb_13:8) y tiene que ser obedecido (Mat_28:18-20, Mat_5:46).
• La Palabra vivifica (Sal_119:25) y Jesús es la Vida (Jua_14:6).
• La Palabra es lámpara a nuestros pies y lumbrera a nuestro camino (Sal_119:105) y Jesús es el Camino (Jua_14:6).
• La Palabra de Dios nos juzga (Jua_12:48), y Jesús es el Juez que vendrá y hará juicio (Jua_5:22, Apo_20:11-15).
Si bien es cierto que el juicio de Dios a través del Hijo vendrá, nosotros, los hijos de Dios tenemos una opción para salir lo mejor librados posible de ese juicio.
• Nos ha dado su Espíritu para que constantemente nos recuerde la Palabra y nos dé el poder para obedecerla (Jua_14:15-17).
• Cuando no lo hacemos así, el Espíritu Santo nos redarguye, contristándose, para que consideremos nuestros caminos y nos volvamos a Sus testimonios (Sal_119:59).
• Si el Espíritu Santo convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio, cuanto más no lo hará con nosotros (Jua_16:8-11, 2Co_7:9-11, 1Co_11:31-32).


Su Rostro como el sol cuando resplandece en su fuerza (a manera de conclusión).
Cuando Dios comenzó la creación en Gen_1:3-5, lo hizo creando la Luz para separar las tinieblas.
• Y Jesús es la Luz que nos aleja de las tinieblas (Jua_8:12).
• La Luz que discierne, que penetra aún en la más recóndita oscuridad, principalmente de nuestro corazón engaño y perverso (Jer_17:9), aclarando todas las cosas (Heb_4:12).
• La maximización del poder que da vida (Jua_14:6), pero que también puede destruir porque en sí mismo tiene ambas calidades: el Amor y el Juicio, el Buen Pastor y Fuego consumidor.
Posteriormente en Gen_1:14-18, Dios creó el sol para que señorease en el día. Y
• Otra caracterización de Jesús.
• No solo es la Luz, sino que es el Señor de la luz, así como el sol es el señor del día.
• El Sol, Cristo, hace huir las tinieblas dándonos una claridad absoluta.
• Jesús es nuestra Luz y nuestro Sol, que guía nuestros pasos para que podamos llegar al día del Juicio, sin nada de qué avergonzarnos, de la mejor manera posible, porque hemos seguido la Luz y el Camino que Él nos enseña (Sal_119:105, Jua_14:8).
Esta última descripción de Jesús a través de símbolos Antiguo Testamentarios es como la conclusión de toda esa serie de descripciones que nos ubican de nuevo en el equilibrio que necesitamos tener en la perspectiva y conocimiento de Jesús:
• Él es el Juez que antes de que tengamos que enfrentar el juicio que vendrá, nos ofrece su Luz, su dirección, para que no suframos pérdida.
• Él es el Juez, pero también es:
• Nuestro Hermano mayor que nos ofrece Su ejemplo.
• Día a día nos regala Su misericordia que es nueva cada mañana (Lam 3:22-23).
• Nos llena de Su gracia para que nos encaminemos al juicio sin temor, sabiendo que hemos seguido su ejemplo, su luz.
• Él es el Juez que nos juzgará, pero también es el Buen Pastor que si le seguimos y le obedecemos:
• Nos proveerá para que nada nos falte.
• Nos pastoreará y nos hará descansar.
• Nos guiará por sendas de justicia por amor de Su Nombre.
• Nos ayudará con Su compañía y nos brindará Su aliento, Su fortaleza y Su sabiduría para atravesar los valles de sombra de muerte que nos encontremos en el camino.
• Además de que nos guiará, por lo que el juicio futuro no nos atemorizará porque gracias a Él, a su guianza, finalmente podremos alcanzar el lugar de la Casa de Jehová que Él nos ha preparado para que habitemos allí por la eternidad en un continuo banquete de victoria, con gozo, llenos del bien y la misericordia del Señor (Sal 23). ¡¡¡Aleluya!!!

Después de que la Palabra nos ha llevado por las veredas del juicio futuro, y que en algunos momentos nos pudimos haber sentido atemorizados de no llenar las expectativas por el pecado que aún mora en nosotros:
• Nos encontramos con la hermosa imagen de Jesús, nuestro hermano mayor, que, sin dejar de ser el Juez, nos está ofreciendo la salida para poder enfrentar el juicio sin pérdida.
Seguir Su luz, seguir Su dirección, obedeciendo a Su Palabra, y sin dejarnos solos, dándonos Su poder para que lo podamos lograr, el Bendito Espíritu Santo que vive en nosotros, que nos empodera no solamente para hacer el servicio al Señor, sino primordialmente, para vivir vidas de obediencia (Jua_14:15-17) delante del Señor para no temer el día del juicio.

06 Feb 2024
Referencia: Jesús.