Estudio Bíblico

Inicio > Estudio

Conociendo a Jesús por sus Nombres (Parte 15). Señor y Señorío.



El Señor (Apo_1:8).

Todos los Nombres y nominaciones que se hagan de Jesús se encuentran incluidas en esta: "El Señor".
No es un título honorífico.
Es una calidad y una función que Él ejerce y que nosotros necesitamos reconocer plenamente para nuestro mayor beneficio.
La Palabra nos enseña claramente no solo Él hecho de que Él sea el Señor, sino sus implicaciones (Hch_2:36, Mat_28:18, Fil_2:9-11, Jua_14:15-17).

Según el Diccionario de la Real Academia Española, la palabra "Señor" significa, entre otras cosas:
• Que es dueño de algo; que tiene dominio y propiedad en ello.
• Amo con respecto a los criados.
• Poseedor de personas, estados y lugares con dominio y jurisdicción.
• Persona que tiene jurisdicción para castigar hasta con pena capital.
• Persona que manda como dueño y con mucha autoridad.
• El que tiene el mando de algo.
• Y precisamente a ello se refiere la Biblia cuando nos enseña en Rom_10:8-10 que necesitamos creer en nuestro corazón que Jesús es el Señor para ser salvos
• Y Heb_11:8 nos enseña que la consecuencia de la fe (creer) es obedecer.
• Y por ende, cuando la Biblia dice que "sin fe es imposible agradar a Dios" significa que sin obediencia es imposible agradar a Dios (Heb_11:6).

Esta calidad de Jesús implica:
• Que Él reina sobre todo y lo gobierna con mano firme.
• Él es Soberano en la naturaleza, en la historia, en la humanidad, en la cultura, en todo, absolutamente todo (Mat_28:18).
• Como receptor de toda autoridad en el cielo y en la tierra de parte del Padre:
• No hay nada que esté fuera de Su control ni de Su propósito, aún cuando nosotros no lo podamos entender (Rom_11:36, Heb_1:1-4: Isa_55:8-9).
• Ante el cual nosotros necesitamos rendirnos (Fil_2:9-11) reconociendo que Él reina sobre nosotros y nosotros necesitamos obedecerle.
• Que merece todo nuestro:
• Respeto (Luc_20:13).
• Honra (Mal_1:6-8).
• Obediencia (Luc_6:46).
• Reverencia: (Heb_12:28).
• Honor: (1Ti_1:17).
• Alabanza: (Heb_13:15).
• Adoración: (Mat_28:16-17).
• Agradecimiento: (Col_3:17).
• Que en Él está la salvación y la vida eterna, o la muerte eterna, y su veredicto ya está dictado de antemano, de tal manera que los que se pierdan no lo serán por ignorancia, sino por la no aceptación previa de su veredicto Jua_3:16-19.
• Que en Él, como Juez Justo, están nuestras recompensas en la vida eterna como resultado de nuestras obras de servicio a Él en la tierra (y le servimos, o no, con todos los actos de nuestra vida) (1Co_3:11-15).

Jesús que es Señor: manda, gobierna, requiere obediencia, tiene el mando, y no solo el mando, sino también la autoridad y el poder para castigar a quienes no obedecen, aunque usa esa autoridad y poder con benignidad y como último recurso (2Pe_3:9, Mat_7:21. Mat_28:18-20. Mat_6:33. Heb_12:28-29. Mat_6:9-10. 1Pe_1:13-16).

En el proceso de obedecer, el Señor no nos deja solos, sino que nos da toda la ayuda que necesitamos, Su Espíritu Santo, la "supereminente grandeza de Su poder para con nosotros" (Efe_1:19-23), para que podamos obedecerle en todo, no por temor ni por conveniencia, sino por amor (Jua_14:15-18).
• Notemos algunas cosas en este pasaje:
• En primer lugar, nos está indicando, y es un mandamiento a la vez, a que guardemos sus mandamientos (no por obligación, no por conveniencia, sino por amor).
• En segundo lugar, como conoce nuestra condición humana, sabe que por nosotros mismos no podemos hacerlo, entonces nos da la promesa de enviarnos Su Espíritu Santo (traducido "Consolador" pero que en el original griego es "Parakleto" cuyo significado más completo es ayudador) que es la esencia de Su Poder (poder para todo, incluida la obediencia, y que en este pasaje ocupa el primer lugar).
• El Espíritu Santo estará con nosotros siempre, todo el tiempo, para "empoderarnos" para que obedezcamos los mandamientos de Jesús siempre, en todo lugar y en todo tiempo.
• Él morará con nosotros y en nosotros desde el momento en el que nosotros reconozcamos, creyendo con el corazón, con absoluta certeza y convicción, que Él es el Señor.
• Al final del pasaje Él reitera que no nos dejará solos, que vendrá a nosotros a través del Espíritu Santo que es otro "Parakleto" (ayudador) del mismo tipo que Él (Jesús).


Conclusiones.
• Necesitamos someternos plenamente al Señorío de Cristo.
• Sin el Señorío de Cristo sobre nosotros, no hay salvación. Jesús no puede ser nuestro Salvador sin ser nuestro Señor. De hecho, lo primero es que sea nuestro Señor y derivado de ello será nuestro Salvador (Rom_10:8-10).
• Y si Cristo es nuestro Señor, nuestro estilo de vida será uno de obediencia a Él y a Su Palabra (Mat_28:19-20).
• Como resultado del reconocimiento del Señorío de Cristo sobre nosotros, nuestro estilo de vida manifestará, además de obediencia a Su Palabra, respeto, reverencia, honra, agradecimiento, alabanza, adoración y honor hacia Él.

09 Ene 2024