Estudio Bíblico

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10 días de oración (día 7). Mi casa será llamada Casa de Oración.



Mi casa será llamada "Casa de oración" (Mar_11:17).

Usualmente cuando consideramos este versículo pensamos en los templos físicos.
Se nos olvida que cada uno de nosotros somos templo del Espíritu Santo y por lo tanto "casa de Dios" y "casa de oración".
• Necesitamos ser, cada uno de nosotros, fervientes oradores (1Ts_5:17).

Por el otro lado, Mar_11:17 también nos llama a ser casa de oración para todas las naciones.
• Es decir, no solo implica el llamado a la oración sino también el llamado a las misiones (Mat_28:18-20).
• Y cada uno de nosotros somos misioneros al ámbito, a los lugares en donde Él nos ha colocado (1Co_5:17-18) (Jua_20:21).

En cuanto a nosotros los creyentes, el Padre no juzga nuestra salud espiritual solo por nuestra asistencia a la congregación y nuestra participación en las actividades eclesiásticas, sino por nuestro crecimiento como discípulos y nuestra capacidad de ir (Mat_28:18-20).
• Por cuanto vamos en busca de los que están perdidos, de los creyentes que necesitan ser enseñados en la Palabra y de los que tienen necesidades (Efe_4:11-16).
• Por que tanto somos adoradores en Espíritu y en Verdad (Jua_4:23-24).
• Por cuantos discípulos formamos (comenzando por nuestra propia familia) (2Ti_2:2).

Los mejores batallones misioneros se encuentran sentadas, inactivos, pasivos, en las bancas de las iglesias, observando impasiblemente como el mundo a su alrededor se va al infierno.
• ¿Qué puede hacer que los cristianos pasivos se movilicen al campo misionero que el Padre les ha asignado?
• A lo largo de la historia, el Padre ha utilizado la oración para darle a Su Familia una carga por quienes no son salvos.
• La Iglesia del Nuevo Testamento nació en una reunión de oración pero no se quedó en la sala de oración.
• A lo largo del Libro de Hechos vemos que la oración y la misión se entrelazaban, alimentándose mutuamente.
• De hecho, el Libro de Hechos es el relato de lo que ocurria entre las reuniones de oración.
• Cuanto más oraban los discípulos, más compartían su fe (Hch_4:29-31).
• Cuanto más compartían su fe, más se arrodillaban a orar para que Dios les diera valor y audacia para dar testimonio de Él.
• Cuanto más oraban y compartían su fe, más influencia y transformación traían a las ciudades (Hch_17:6).
• El secreto para recoger una gran cosecha de almas es la oración (Mat_9:37-38).
• Necesitamos hablar con Dios acerca de nuestros conocidos que no conocen a Jesús, antes de hablarles a ellos de Jesús.
• La oración ablanda el corazón de los no creyentes para que les resplandezca el evangelio.


Oración y evangelismo.
La oración y el evangelismo están siempre entrelazados (Hch_4:29-31).
• Cuando estamos en comunión con Dios a través de la oración, Él nos da Su corazón para con los perdidos.


Oración y transformación.
La Iglesia puede ser para la ciudad lo que José fue para Egipto y resolver los problemas que nadie ha podido resolver (2Cr_7:14).
• Cristo puede resolver cualquier crisis humana a través de una iglesia unida.
• Y nada tiene el poder de unir a la iglesia como la oración.
• La justicia es la respuesta del Cielo a la oración incesante (Luc_18:1-8).


Oración y compasión.
Una Iglesia que ora es también una iglesia compasiva.
• Y una iglesia compasiva es una que sirve a los pobres y desamparados (Hch_1:4)(Hch_2:44-45).
• Servir a los pobres no es algo que le agregamos al Evangelio.
• Es el corazón mismo del mensaje del Evangelio.
• Confirma nuestro mensaje de que Dios es amor (Jua_13:35, Rom_13:10).



08 Ene 2024