Estudio Bíblico

Inicio > Estudio

El Dios de cosas nuevas



DAN 2:21: Dios cambia los tiempos y da nuevas oportunidades.



ÉXODO 8:8-10.
El faraón convoca desesperadamente a Moisés diciendo que no aguantan más las ranas.
Moisés le dijo a faraón ¿cuándo quieres ser libre?
Faraón le dijo mañana, a pesar de que no aguantaba las ranas.
Estaba diciendo “esta noche voy a pasar con las ranas”.
Nosotros, muchas más veces de lo que queremos administr, sabemos que debemos cambiar, que debemos dejar la amargura, el dolor, el pecado, el enojo, la depresión, el fracaso.
Pero muchas veces queremos pasar una noche más, un día más, atados a ello, un día más sin entregarle todo a Dios.
Al igual que a faraón, Dios nos está dando la oportunidad de quitarnos el yugo, pero nuestra respuesta es decirle "todavía no", "mañana", "solo un día más", "una vez más".



DIOS ES UN DIOS DE AHORA, DE HOY (ISA 33:10).
Mientras muchos dicen mañana, Dios dice HOY.
Dios dice: ahora es el momento que me quiero glorificar, no mañana.
No esperemos a que las cosas cambien algún día, ese día puede que nunca llegue.
Dios dice HOY voy a sorprenderlos, hoy voy a hacer un milagro.
Hoy es el día del cambio.
Hay gentes que dicen que sí van a cambiar pero vuelven a sus mismas dudas, rencores, etc.
El fuego de Dios está aquí para que no pasemos un momento más con ranas, con aquello que nos tortura, con aquello que nos derrota y que nos avergüenza delante de Dios.
Hoy es el tiempo en que Dios se levanta y se va a engrandecer y enaltecer en nuestra vida.



DIOS ES UN DIOS DE COSAS NUEVAS.
Estamos entrando a algo nuevo, la tristeza, dolor, frustración quedó atrás (Isa 42:9). El Dios de cosas nuevas está aquí.
Dios está empezando a hacer cosas en nuestro estado de ánimo, en nuestra familia, en nuestra situación, en nuestra ciudad, en nuestro ministerio.
Dios nos anuncia que empieza un día nuevo, no digamos que mañana.
Esta unción, visitación, manto de poder que Dios nos está dando es para que sepamos que vamos a disfrutar de su gloria, vamos a ver cosas que nunca habíamos visto.
El Dios de cosas nuevas nos trae un día nuevo.



JUAN 21:1-8.
Pedro confundido por lo de la crucifixión le dijo a los discípulos “voy a pescar” y los demás dijeron que ellos lo acompañaban.
Aquella noche no pescaron nada.
Pero cuando iba amaneciendo (en el día nuevo) Jesús se presentó en la playa.
Jesús les preguntó si tenían algo de comer y les dijo que echaran la red y ya no la podían sacar por la cantidad de peces.
Los discípulos pasaron toda una noche y no lograron nada pero a la mañana siguiente se apareció Jesús.
¿Cuándo empieza un nuevo día? A las 0 a.m. a esa hora está oscuro pero es un nuevo día. Talvez todo lo vemos igual, las mismas circunstancias, talvez todo lo vemos oscuro pero Dios nos está diciendo que ha comenzado un nuevo día.
Los peces eran tantos que no podían sacar la red.
Por la gran cantidad de peces, Pedro gritó ES JESÚS porqué se dio cuenta que era imposible pasar de cero a la abundancia por casualidad.
 Hemos estado pasando por una noche donde nada ha pasado.
 Hemos empezado proyectos y parece que las puertas se han cerrado.
 Hemos estado clamando y creyendo pero ya llegaron, según nosotros, los plazos fatídicos.
Pero estamos entrando a un nuevo día y este nuevo día está marcado por la abundancia. Preparémonos para pasar de cero a la abundancia en poco tiempo.



LA CAÑA DE BAMBÚ.
Tiene una particularidad, crece durante 7 años para abajo.
Los que siembran bambú deben esperar 7 años para verlo crecer.
Al inicio, las raíces se extienden mucho, la raíz se arraiga, aparentemente sin resultado externo.
Pero en días crece lo que no creció en mucho tiempo a la vista.
Nosotros quizá hemos estado trabajando y hemos crecido en carácter y en dependencia de Dios pero no vemos resultados (hemos crecido para abajo).
Pero Dios está anunciando un nuevo día, el día del crecimiento inmediato.
No hablamos de abundancia económica (aunque vendrá).
Dios va a traer crecimiento en áreas en donde habíamos fracasado, abundancia de favor, de gracia, de gozo, de paz, de milagros, etc.



I REYES 18:41-45.
Elías oyó el sonido de abundancia, oyó con sus oídos espirituales el sonido de la fe.
La fe se puede oír, se puede percibir cuando Dios va a hacer algo, cuando Dios nos va a visitar, cuando viene crecimiento, cuando entendemos en nuestro espíritu que viene un nuevo tiempo, el tiempo de abundancia.
La lluvia trae crecimiento, fruto.
Una gran lluvia se oía, pero no había nada que indicara que la lluvia iba a llegar ese día.
El diablo nos va a decir que no hay ningún indicio de cambio, pero Dios nos abre los oídos ahora.
Preparémonos para ver crecimiento, para ver puertas abiertas, posibilidades, recursos, que vamos a recibirlos de repente.
Es el tiempo de la visitación, del vino nuevo, preparemos odres nuevos.
Dios nos quiere sorprender.
Jesús está trayendo la lluvia.
El Señor quiere que pasemos de la lamentación al gozo, dejemos de llorar, dejemos de decir que no podemos, el Señor dice que vamos a pasar del fracaso a la prosperidad.



SALMO 30:5.
Este es tiempo donde Dios nos quiere dar el gozo. Soltemos nuestro dolor, viene un nuevo día.
Hay tiempos, épocas, donde uno recibe injusticias, dolor y nos sentimos mal, pero tiene que haber un nuevo día, no podemos vivir atados a un dolor, a una amargura, al pasado.
Dios es el Dios de las cosas nuevas, donde nuestro pasado queda atrás, donde nuestros complejos quedan atrás, hoy Dios nos trae un nuevo día, un día de gozo, de alegría.



EL EJEMPLO DE JACOB.
Jacob tuvo varios hijos, uno de ellos era José y él tenía algo especial de Dios.
Tenía el favor de Dios, y El le mostró el mundo espiritual.
Sus hermanos lo envidiaron y planearon matarlo, y finalmente lo vendieron como esclavo para que desapareciera.
Cuando terminaron el proceso no sabían como explicarle al papá que el hermano se había desaparecido y que nunca iba a volver.
Entonces llevaron la túnica de José llena de sangre con Jacob.
Cuando él la vió dedujo que le había pasado lo peor, que se lo había comido algún animal.
Pensó todo lo negativo, al punto que cuando terminó de especular él le dijo a sus hijos que iba a pasar toda la vida sufriendo y lamentándose.
En realidad José nunca había muerto, Dios lo estaba levantando por otro lado.
Pero Jacob pasó más de 20 años llorando y lamentándose por una situación donde Dios le había dado la victoria.
Cuando le dijeron a Jacob que José no estaba muerto no podía creerlo. Cuesta creer las buenas noticias.
Cuando el enemigo da malas noticias le creemos, pero nos cuesta creer las buenas noticias que Dios nos da.
Talvez hemos estado atados a un dolor, pero ya no lloremos más.
Es el tiempo de cambio.
Dios pelea por nosotros.
No nos desesperemos aunque parezca que Dios no está haciendo nada.
Recordemos: el Señor está trayéndonos la victoria y preparando el banquete de nuestra victoria para disfrutarlo frente a nuestros angustiadores (Sal 23:5).



08 Abr 2008
Referencia: Propósito.