Estudio Bíblico

Inicio > Estudio

Desarrollando nuestro diseño.



DESARROLLANDO NUESTRO DISEÑO.
(Servicio).


Aunque nosotros muchas veces no estemos contentos con la forma como Dios nos diseño porque no entendemos Sus pensamientos al respecto:
• Nos guste o no fuímos diseñados de una forma maravillosa y Dios se agrada de nuestro diseño (Sal_139:14, Sal_139:17).

Él nos creó de la forma como nos creo (física, emocional y espiritualmente) porque quiere utilizar ese diseño para Su Gloria y para Su deleite (Rom_11:36, Ctn_2:14).
• En lugar de quejarnos acerca de nuestro diseño en alguna o varias áreas de nuestra vida, necesitamos volvernos al Señor en aceptación y agradecimiento porque Él sabe lo mejor para nosotros (Jer_29:11, Pro_4:18).
• Ello no significa que si alguna área de nuestra vida necesita mejoras no nos enfoquemos en desarrollarlas, pero para un desarrollo eficaz ese desarrollo debe partir de nuestro deseo de mejorar, no de la queja, la frustración, el desánimo o el rechazo a nosotros mismos.
• Parte de aceptarnos es reconocer nuestras limitaciones (nadie fué desarrollado sin limitaciones, nadie fué desarrollado para hacerlo todo, poderlo todo, saberlo todo, etc.).
• No tenemos por qué envidiar y/o competir con otros: su diseño y su propósito son diferentes que el nuestro.
• Dios diseña a cada uno de una forma específica para un propósito específico, y para funciones específicas.
• El diablo trata de robarnos el gozo de servir a Dios y de deleitarlo mediante dos cosas: la comparación y tratar de agradar a los demás.
• La comparación nos puede llenar de orgullo (si sentimos que somos mejores que otros) o nos puede llenar de frustación (si sentimos que otros lo están haciendo mejor que nosotros).
• No fuímos llamados para agradar a las personas en todo, fuímos diseñados para agradar a Dios (Gal_1:10). Si hacemos lo último, no importa lo primero (Pro_16:7).

Él quiere que nos enfoquemos en deleitarlo sirviéndole y en el desarrollo de nuestro diseño.

Los indicativos que nos dirigen al lugar de servicio que Dios ha determinado para nosotros (Efe_2:10) y que necesitamos desarrollar cada día más para ser cada vez más efectivos en Su Servicio y deleite son:
• Los dones que Dios nos ha dado (los dones espirituales).
• Las motivaciones de nuestro corazón (lo que nos produce gozo hacer).
• Los talentos naturales con los que nacimos (nuestras habilidades y capacidades naturales).
• Nuestra personalidad (nuestro carácter en transformación).
• Nuestras experiencias de vida (nuestras experiencias de vida antes de ser salvos, al ser salvos y después de ser salvos).

Para desarrollar nuestro diseño necesitamos en primer lugar, conocer nuestros dones y recursos, aquello en lo que somos efectivos y en lo que no lo somos (Rom_12:3).
• Una buena forma de contrastar lo que nosotros pensamos con lo que en realidad somos (recordemos Jer_17:9) es preguntándoles a las personas cercanas y confiables su opinión sincera acerca de los dones espirituales que Dios nos ha dado y nuestras habilidades, capacidades y talentos.
• Lo que Dios nos ha dado siempre va a ser confirmado por otros, por aquellos a los cuales hemos sido enviados para servir y bendecir (1Co_9:2).
• Otra buena forma de reconocer los dones y nuestras habilidades y capacidades es servir en las diferentes áreas de la iglesia y en lo no eclesiástico en las que se nos abran las puertas.
• Es en la práctica y no en la teoría que sabremos para que es para lo que fuímos diseñados y somos buenos.
• Hasta que no nos involucremos realmente en el servicio y experimentemos en diferentes áreas y situaciones, no sabremos con seguridad para qué fuímos llamados por el Señor, y ello incluye hacer cosas que nunca hemos hecho (por temor, por falta de oportunidad, etc.).

Para desarrollar nuestro diseño también necesitamos tomar en cuenta las oportunidades que se nos presentan más frecuentemente y lo que disfrutamos hacer.
• Obviamente necesitamos involucrarnos en esas oportunidades para desarrollar la operación de los dones y nuestras habilidades y capacidades cada día más.
• La Palabra nos enseña, con respecto a los dones, que están los dones propiamente dichos (el regalo de Dios), y su operación puede ser como manifestación (de vez en cuando) como operación (frecuentemente) y como ministerio (permanentemente) (1Co_12:4-7). De tal manera que nuestra eficacia en el ejercicio de los dones se desarrolla con la práctica.
• Por otro lado, algunos aspectos de nuestro carácter también nos sirven de orientación para el desarrollo de nuestro diseño, y algunas preguntas nos pueden ayudar a definir esos aspectos, así como también enseñarnos que otros aspectos necesitamos también desarrollar.
• ¿Nos gusta la relación con las personas más que la relación con los objetos?
• ¿Preferimos trabajar solos o en equipo?
• ¿Que disfruto hacer realmente? ¿Que es lo que hago que cuando lo hago pierdo la noción del tiempo?
• ¿Nos gusta el orden y la rutina o nos acomodamos muy fácilmente a lo variado?
• ¿Somos más pensadores o prácticos, cooperativos o competitivos, tímidos o sociales?

Igualmente, para desarrollar nuestro diseño necesitamos tener muy claras los antecedentes y lecciones de vida que más han influído en nosotros. Y para ello, algunas preguntas también nos pueden ayudar para centrarnos en lo más relevante de nuestra vida, en lo que no es usual en todos:
• ¿Cómo fuímos formados desde que nacimos hasta el día de hoy?
• ¿Que hemos aprendido específicamente acerca del Señor, que no es usual en los demás?
• ¿Que experiencias hemos tenido con el Señor, que no son usuales en los demás?
• ¿Cuáles han sido los momentos más decisivos de nuestra vida y como Dios ha obrado a través de ellos en nosotros?
Y finalmente, una pregunta muy importante: ¿Cómo Dios quiere que usemos todas esas experiencias en nuestro servicio a Él?

Dios espera de nosotros que hagamos lo mejor con lo que Dios nos ha dado, y lo que va añadiendo cada día a nuestras vidas.
• Para hacer lo mejor con lo que Dios nos ha dado necesitamos en primer lugar, reconocerlo, pero luego practicarlo para que se vaya desarrollando, ensanchando y Dios vaya agregando más cada vez (Isa_54:2-3)(Pro_4:18).
• El ejercicio (la práctica) es fundamental en el desarrollo de nuestro diseño. Por ello la Escritura nos pone como ejemplo al soldado, al labrador y al atleta que son ejemplos de perseverancia en el ejercicio de su práctica diaria (2Ti_2:1-6)(2Ti_2:15)(1Co_9:24-25).

El diseño de Dios nos es dado como una semilla que necesita irse desarrollando en el transcurso del tiempo y crecer hasta convertirse en una planta saludable, fructífera, fuerte (Mat_13:31-32).
• La forma de crecer en nuestro diseño en Dios es conocerlo y ponerlo en práctica en el ejercicio de la vida cotidiana y el servicio a Dios y al prójimo.
Y ello requiere esfuerzo, valentía y perseverancia (Mat_11:12)

17 Ago 2023