Servidores de Dios. Encontrando nuestro lugar en el Cuerpo.
SERVIDORES DE DIOS.
(Servicio).
Cuando Dios nos salva no solo nos adopta como Sus hijos (Jua_1:12).
• También nos hace Sus colaboradores en la obra que Él está haciendo en el mundo (1Co_3:9, Isa_41:9-10, 2Co_5:17-18, 2Co_3:6).
El Señor nos formó a cada uno desde el vientre de nuestra madre hasta el día de hoy para que podamos ejercer ese llamamiento de acuerdo a Su Voluntad (Efe_2:10).
• Y nos seguirá perfeccionando cada día en ello para que lo podamos hacer cada vez mejor (Pro_4:18, Flp_1:6).
De la misma manera que un vehículo es diseñado de una manera específica de acuerdo a la función que debe desempeñar, de la misma manera, nuestro Diseñador, Creador y Padre nos diseñó de una manera específica para la función que Él nos ha encomendado: habilidades, capacidades, talentos, dones, gustos, anhelos, motivaciones, etc. (Sal_139.13-16).
Dios no solo nos llama, el también nos equipa con todo aquello que vamos a requerir para cumplir con la asignación específica que Él tiene para cada uno de nosotros (1Co_12:7, 1Co_12:11, 1Co_12:28-31).
Ello implica nuestras experiencias y circunstancias de vida, relaciones, personalidad (corazón, temperamento y carácter), recursos, formación espiritual, oportunidades, lugares, etc.
• Para ello Dios siempre nos ha tenido, nos tiene y nos tendrá presentes (Isa_49:16, Gen_28:15, Heb_13:5, Rom_8:28-29).
El cumplimiento de la asignación de Dios para cada uno de nosotros requiere:
• Que nuestro corazón esté alineado con Su Corazón en cuanto a la decisión de cumplir con esa asignación.
• Lo que realmente seremos (y haremos) es lo que en lo profundo de nuestro corazón pensamos (Pro_23:7).
• Por ello el Señor nos instruye para que guardemos nuestro corazón para Él porque de Él emanará el cumplimiento del propósito y la asignación que Él tiene para cada uno de nosotros y que implica que vivamos una vida plena, bendecida, en bienestar.
El enfoque para cumplir con la asignación de Dios va a depender de lo que tengamos en nuestro corazón, y lo que tengamos en nuestro corazón depende de lo que nosotros guardemos y estimemos, de acuerdo al diseño que Dios hizo de nosotros.
Dentro de la forma en la que fuímos creados por Dios, Él puso en nosotros unos intereses especiales que nos dirigen a fijar nuestra atención en unas cosas más que en otras. Igualmente el Señor puso una pasión por ser y alcanzar cuestiones específicas y entusiasmo para alcanzarlas. Finalmente Dios nos equipo con talentos, habilidades, talentos, conocimientos y dones específicos para alcanzar la efectividad en nuestra asignación.
Por lo tanto, una forma de identificar la asignación específica para la cual Dios nos diseñó consiste en reconocer:
• Las cosas que despiertan permanentemente (no ocasionalmente) interés en nosotros, que permanecen en el tiempo y en las diferentes etapas de nuestra vida.
• Que nos apasiona y entusiasma hacer, que es lo que podríamos hacer todo el resto de nuestras vidas sin que se nos apague esa pasión y ese entusiasmo.
• Cuales son los talentos, las habilidades, las capacidades, los conocimientos y los dones que Dios nos ha dado que se requieren para realizar esas cosas que nos interesan, apasionan y entusiasman con efectividad.
La asignación que Dios tiene para cada uno de nosotros, el servicio para el cual Él nos diseño no implica que sea algo que hagamos exclusivamente en el ámbito religioso. Dios crea personas con una asignación para influír en todos los ámbitos de la actividad humana: cultura, arte, educación, ciencia, tecnología, economía, agricultura, finanzas, política, gobierno, etc., así como también en lo religioso (Gen_2:15)(Rom_8:19-21)(Col_1:18-21)(Rom_11:36).
Cualquiera que sea la asignación que Dios nos ha dado en cualquier campo de la actividad humana, hagámosla como para Él, para Su Gloria, para que Él sea honrado en cualquier cosa que trabajemos y que hagamos. Eso es servicio a Dios. (Col_3:23-24).
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Tema para reflexionar: Dios nos creo con una asignación específica para servirle en un campo de la actividad humana aplicando en ella los principios que nos enseña Su Palabra.
Versículo para memorizar. Col_3:23-24.
Pregunta para meditar. ¿Aquello en lo cual estamos trabajando el día de hoy nos interesa, nos apasiona, nos entusiasma y somos efectivos para realizarlo? Si no cumple con esas condiciones ¿que es lo que nos interesa, apasiona, entusiasma y somos efectivos para realizarlo, y que pasos necesitaría dar para cambiar de actividad?
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(Servicio).
Cuando Dios nos salva no solo nos adopta como Sus hijos (Jua_1:12).
• También nos hace Sus colaboradores en la obra que Él está haciendo en el mundo (1Co_3:9, Isa_41:9-10, 2Co_5:17-18, 2Co_3:6).
El Señor nos formó a cada uno desde el vientre de nuestra madre hasta el día de hoy para que podamos ejercer ese llamamiento de acuerdo a Su Voluntad (Efe_2:10).
• Y nos seguirá perfeccionando cada día en ello para que lo podamos hacer cada vez mejor (Pro_4:18, Flp_1:6).
De la misma manera que un vehículo es diseñado de una manera específica de acuerdo a la función que debe desempeñar, de la misma manera, nuestro Diseñador, Creador y Padre nos diseñó de una manera específica para la función que Él nos ha encomendado: habilidades, capacidades, talentos, dones, gustos, anhelos, motivaciones, etc. (Sal_139.13-16).
Dios no solo nos llama, el también nos equipa con todo aquello que vamos a requerir para cumplir con la asignación específica que Él tiene para cada uno de nosotros (1Co_12:7, 1Co_12:11, 1Co_12:28-31).
Ello implica nuestras experiencias y circunstancias de vida, relaciones, personalidad (corazón, temperamento y carácter), recursos, formación espiritual, oportunidades, lugares, etc.
• Para ello Dios siempre nos ha tenido, nos tiene y nos tendrá presentes (Isa_49:16, Gen_28:15, Heb_13:5, Rom_8:28-29).
El cumplimiento de la asignación de Dios para cada uno de nosotros requiere:
• Que nuestro corazón esté alineado con Su Corazón en cuanto a la decisión de cumplir con esa asignación.
• Lo que realmente seremos (y haremos) es lo que en lo profundo de nuestro corazón pensamos (Pro_23:7).
• Por ello el Señor nos instruye para que guardemos nuestro corazón para Él porque de Él emanará el cumplimiento del propósito y la asignación que Él tiene para cada uno de nosotros y que implica que vivamos una vida plena, bendecida, en bienestar.
El enfoque para cumplir con la asignación de Dios va a depender de lo que tengamos en nuestro corazón, y lo que tengamos en nuestro corazón depende de lo que nosotros guardemos y estimemos, de acuerdo al diseño que Dios hizo de nosotros.
Dentro de la forma en la que fuímos creados por Dios, Él puso en nosotros unos intereses especiales que nos dirigen a fijar nuestra atención en unas cosas más que en otras. Igualmente el Señor puso una pasión por ser y alcanzar cuestiones específicas y entusiasmo para alcanzarlas. Finalmente Dios nos equipo con talentos, habilidades, talentos, conocimientos y dones específicos para alcanzar la efectividad en nuestra asignación.
Por lo tanto, una forma de identificar la asignación específica para la cual Dios nos diseñó consiste en reconocer:
• Las cosas que despiertan permanentemente (no ocasionalmente) interés en nosotros, que permanecen en el tiempo y en las diferentes etapas de nuestra vida.
• Que nos apasiona y entusiasma hacer, que es lo que podríamos hacer todo el resto de nuestras vidas sin que se nos apague esa pasión y ese entusiasmo.
• Cuales son los talentos, las habilidades, las capacidades, los conocimientos y los dones que Dios nos ha dado que se requieren para realizar esas cosas que nos interesan, apasionan y entusiasman con efectividad.
La asignación que Dios tiene para cada uno de nosotros, el servicio para el cual Él nos diseño no implica que sea algo que hagamos exclusivamente en el ámbito religioso. Dios crea personas con una asignación para influír en todos los ámbitos de la actividad humana: cultura, arte, educación, ciencia, tecnología, economía, agricultura, finanzas, política, gobierno, etc., así como también en lo religioso (Gen_2:15)(Rom_8:19-21)(Col_1:18-21)(Rom_11:36).
Cualquiera que sea la asignación que Dios nos ha dado en cualquier campo de la actividad humana, hagámosla como para Él, para Su Gloria, para que Él sea honrado en cualquier cosa que trabajemos y que hagamos. Eso es servicio a Dios. (Col_3:23-24).
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Tema para reflexionar: Dios nos creo con una asignación específica para servirle en un campo de la actividad humana aplicando en ella los principios que nos enseña Su Palabra.
Versículo para memorizar. Col_3:23-24.
Pregunta para meditar. ¿Aquello en lo cual estamos trabajando el día de hoy nos interesa, nos apasiona, nos entusiasma y somos efectivos para realizarlo? Si no cumple con esas condiciones ¿que es lo que nos interesa, apasiona, entusiasma y somos efectivos para realizarlo, y que pasos necesitaría dar para cambiar de actividad?
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14
Jun
2023