Estudio Bíblico

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La Epístola de Judas (1). Jud 1-10. La apostasía de los últimos tiempos.



Toda la Epístola.
Escrita por uno de los medio hermanos de Jesús (Mat 13:55, Mar 6.3, Judas 1).
Es una de las epístolas menos mencionadas y conocidas, pero una que reviste una importancia suprema en este tiempo, de cara a la inminencia de la venida de Cristo y los últimos tiempos.
Contrario al libro de "Los Hechos de los Apóstoles" esta epístola podría ser llamada "Los hechos de los apóstatas", porque la apostasía de todos los tiempos, pero principalmente la de los tiempos finales, es su motivo.
Es el único libro del NT enfocado exclusivamente a confrontar la "apostasía" (deserción de la fe bíblica verdadera)
Es posible que haya sido escrita entre el 68 y 70 d.C. antes de la destrucción del Jerusalén y del Templo.
Fue escrita en un tiempo (como el actual) en el que el cristianismo estaba bajo ataque político severo por parte de Roma y la infiltración espiritual agresiva por parte de falsos maestros: gnósticos, legalistas judaizantes y libertinos, que sembraban la semilla para una cosecha gigantesca de error doctrinal.
Esta carta es de utilidad para nosotros para alertarnos y prepararnos acerca de:
1. Los últimos tiempos
2. La apostasía
3. La verdadera fe
4. El engaño de las fachadas religiosas.


Jud 1.
Los verdaderos llamados;
Santificados (una vida de obediencia y consagración a Dios, con la manifiestación del fruto del Espíritu y sus derivados --Gal 5:22-23--
• Comunión con Cristo (1 Cor 1:9).
• Libertad del pecado (Gal 5:13) y servicio auténtico a los demás, no servirse de ellos (Mat 10:42-45).
• Una vida digna de Dios (Efe 4:1).
• Esperanza (Efe 4:4), promotores de la unidad del Cuerpo de Cristo (no divisores, Efe 4:12).
• Enfoque en el carácter de Cristo como la meta del creyente (no la autoestima, el éxito, la prosperidad económica, la fama, etc.; Efe 4:13).
• Recordatorio de que Dios no solo es nuestro Dios sino también nuestro Padre, y que en medio de los tiempos malos (incluídos los tiempos de la apostasía), su perfecto amor no permite que entremos en temor, sino que Su perfecto amor hecha fuera el temor (1 Jn 4:18), además de que tenemos al Espíritu Santo que nos guía y mantiene en toda verdad (Rom 8:14).
• Recordatorio de la necesidad de la comunión con el Padre y el Hijo por el Espíritu Santo (más que la comunión con lo terrenal).
• Poner la mirada en las cosas de arriba que son eternas, no en las de la tierra que son temporales (Col 3:1-3).
Guardados:
• No solo somos salvos por la obra de Dios por el Espíritu Santo (quitar la ceguera de nuestros ojos, darnos convicción de pecados, revelarnos a Jesús como Salvador, infundirnos la fe para ser salvos por gracia, el nuevo nacimiento, la regeneración).
• También guardados, preservados (por el Espíritu Santo): Fil 1:6, Efe 1:13-14.


Jud 2.
Que crezcamos en la experiencia y vivencia de ellos (Efe 4:12-16).
Recordatorio de que:
• Donde prevalecen la ley y las obras hay fracaso (Rom 3:20, Gal 2:16).
• Donde prevalece la gracia hay misericordia (perdón de pecados, restauración), paz (con Dios, con el prójimo y consigo mismo) y amor (obediencia, cuidado, aceptación, seguridad, pertenencia), y todo ello en abundancia.


Jud 3.
Necesario: este versículo denota la urgencia de consolidar en los creyentes lo que ya había sido enseñado acerca de la salvación en Cristo por el ataque de los apóstatas (Heb 5:12).
• No es una opción ni sugerencia: es una NECESIDAD.
• Antes de discipular, es necesario consolidar en la fe a los nuevos creyentes para que estén firmemente arraigados en ella y no pueda venir cualquier con una enseñanza falsa y/o de error a moverlos de su verdadera fe.
• Arraigarlos y cimentarlos en amor (Efe 3:14-19), que implica la sana enseñanza de la Palabra, la doctrina de los apóstoles: arrepentimiento del pecado, temor de Dios y obediencia, santificación, etc. (Heb 6:1).
Llamado a liberar una confrontación no solo espiritual sino también en el plano de lo real, en contra de esos falsos ministros y en contra del error en cualquiera de sus manifestaciones (no diplomacia, ni falsa espiritualidad, ni más misericordia de la que Dios tiene para con ellos).
Implica un llamado serio a conocer todo sobre la sana doctrina (una enseñanza olvidada en muchos lugares hoy día), discernir la Verdad frente al error y estar dispuesto a corregir y confrontar (con amor pero firmemente) toda desviación de la verdad y todo error.
La fe, la sana doctrina, ya fué dada una sola vez a todos los creyentes de todos los tiempos, en las Escrituras en general, en los Evangelios y en el Nuevo Testamento es particular.
No hay "nuevas revelaciones, nuevas metas, nuevos métodos, nuevas estrategias, nuevos principios" que deban ser revelados para completar el evangelio (las buenas nuevas): ya todo fué completado.
A nosotros solo nos toca recibirlo y conocerlo, vivirlo y defenderlo, enseñarlo, TAL COMO ESTA ESCRITO, sin agregar ni quitar nada: (Apo 22:18-20).

17 Mar 2022