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Dios está buscando jòvenes y personas de toda edad (Timoteo) (Segunda parte).



=====ENSEÑANZA EN AUDIO=====




=====BOSQUEJO DE LA ENSEÑANZA=====



Dios busca:
• Quién se ponga en la brecha (Ezeq 22:30).
• A quién enviar (Isa 6:8).
• Adoradores (Jn 4:23).
• Hijos e hijas (Jer 3:19).
• Obreros para la mies (Luc 10:2, Mat 9:38).
• Servidores (Isa 41:9).


Uno de esos hombres o mujeres que Dios busca fué Timoteo.


Quién era Timoteo.
Un hombre joven salido del anonimato (natural y espiritual --era mitad judio y mitad griego--, Hch 16:1).
Quién por su fidelidad a Dios y a Pablo, y por su servicio a Pablo fue promovido por Dios a ser un hijo espiritual (1 Cor 4:17) y un bastión importante en el ministerio de Pablo (1 Tes 3:2) a pesar de ser joven.

La activación de nuestro llamado está en Dios pero a través de nuestro mentor en el Evangelio (todos necesitamos uno).
Fieles en lo poco, sobre lo mucho.
Nuestro servicio a Dios se perfecciona en el servicio a nuestro mentor.
Fieles en lo ajeno, sobre lo propio.

Fue tan importante para Dios en el ministerio que el Espíritu inspiró a Pablo a escribirle dos cartas de la máxima importancia en la formación de los futuros ministros en todas las edades (1 Tim y 2 Tim).


La progresión de Timoteo.
• Hch 16:1. Después llegó a Derbe y a Listra; y he aquí, había allí cierto discípulo llamado Timoteo, hijo de una mujer judía creyente, pero de padre griego;
• Hch 17:15. Y los que se habían encargado de conducir a Pablo le llevaron a Atenas; y habiendo recibido orden para Silas y Timoteo, de que viniesen a él lo más pronto que pudiesen, salieron.
• Hch 18:5. Y cuando Silas y Timoteo vinieron de Macedonia, Pablo estaba entregado por entero a la predicación de la palabra, testificando a los judíos que Jesús era el Cristo.
• Hch 19:22. Y enviando a Macedonia a dos de los que le ayudaban, Timoteo y Erasto, él se quedó por algún tiempo en Asia.
• Hch 20:4. Y le acompañaron hasta Asia, Sópater de Berea, Aristarco y Segundo de Tesalónica, Gayo de Derbe, y Timoteo; y de Asia, Tíquico y Trófimo.


Timoteo, el miembro más prominente del equipo de Pablo.
• 2 Cor 1:19. Porque el Hijo de Dios, Jesucristo, que entre vosotros ha sido predicado por nosotros, por mí, Silvano y Timoteo, no ha sido Sí y No; mas ha sido Sí en él;
• Fil 2:19. Espero en el Señor Jesús enviaros pronto a Timoteo, para que yo también esté de buen ánimo al saber de vuestro estado;
• 1 Tes 3:6. Pero cuando Timoteo volvió de vosotros a nosotros, y nos dio buenas noticias de vuestra fe y amor, y que siempre nos recordáis con cariño, deseando vernos, como también nosotros a vosotros,
• Heb 13:23. Sabed que está en libertad nuestro hermano Timoteo, con el cual, si viniere pronto, iré a veros.


Co-autor de la mitad de las cartas de Pablo. (7/14 o 7/12).
• Rom 16:21. Os saludan Timoteo mi colaborador, y Lucio, Jasón y Sosípater, mis parientes.
• 2 Cor 1:1. Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo, a la iglesia de Dios que está en Corinto, con todos los santos que están en toda Acaya:
• Col 1:1. Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo,
• Fil 1:1. Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos, con los obispos y diáconos:
• 1 Tes 1:1. Pablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia de los tesalonicenses en Dios Padre y en el Señor Jesucristo: Gracia y paz sean a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
• 2 Tes 1:1. Pablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia de los tesalonicenses en Dios nuestro Padre y en el Señor Jesucristo:
• File 1:1. Pablo, prisionero de Jesucristo, y el hermano Timoteo, al amado Filemón, colaborador nuestro,


Los calificativos que Pablo le da.
• 1 Tes 3:2. y enviamos a Timoteo nuestro hermano, servidor de Dios y colaborador nuestro en el evangelio de Cristo, para confirmaros y exhortaros respecto a vuestra fe,
• 1 Tim 1:2. a Timoteo, verdadero hijo en la fe: Gracia, misericordia y paz, de Dios nuestro Padre y de Cristo Jesús nuestro Señor.
• 2 Tim 1:2. a Timoteo, amado hijo: Gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y de Jesucristo nuestro Señor. Testificando de Cristo
• 1 Tim 1:18. Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las profecías que se hicieron antes en cuanto a ti, milites por ellas la buena milicia,
• 1 Tim 6:11. Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. 
* 1 Cor 4:17. Por esto mismo os he enviado a Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el Señor, el cual os recordará mi proceder en Cristo, de la manera que enseño en todas partes y en todas las iglesias.



Instrucciones personales para Timoteo.


La edad (la juventud) no es un impedimento para ser un hombre o una mujer de Dios.
• 1 Tim 4:12-16. Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.  Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza.  No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio.  Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.
• 2 Tim 1:6-8. Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios, 
• 1 Tim 1:18-19. Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las profecías que se hicieron antes en cuanto a ti, milites por ellas la buena milicia, manteniendo la fe y buena conciencia, desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe algunos, 
• 1 Tim 3:15. para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad. 
• 1 Tim 4:6-8. Si esto enseñas a los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido. Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad; porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera.


Hombres y mujeres de la Palabra: evangelizadores y discipuladores, siempre.
• 2 Tim 2:2. Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros.
* 2 Tim 3:14-17. Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.  Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,  a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
• 2 Tim 4:1-2. Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino,  que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.
• Pero primero nosotros tenemos que ser hombres y mujeres evangelizados y discipulados (no podemos dar lo que no tenemos; no es algo que podamos tomar a la ligera). 


Huir de la codicia, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida (1 Jn 2:15-17.
• 2 Tim 2:22. Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor.
• 1 Tim 6:11-12. Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.  Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos. 
• Huir de la codicia, de la presión de las hormonas y de la presunción y la vanagloria (1 Jn 2:15-17); también de la impaciencia.
○ 1 Tim 6:8-10. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto.  Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición;  porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.


Esforzados en las cosas de Dios.
• 2 Tim 2:1-6. Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús.  Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros.  Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo.  Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado.  Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente.  El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero. 


Modelos en el trato con los demás.
• 1 Tim 5:1-3. No reprendas al anciano, sino exhórtale como a padre; a los más jóvenes, como a hermanos;  a las ancianas, como a madres; a las jovencitas, como a hermanas, con toda pureza. Honra a las viudas que en verdad lo son.
• 1 Tim 5:17-22. Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar. Pues la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla; y: Digno es el obrero de su salario.  Contra un anciano no admitas acusación sino con dos o tres testigos. A los que persisten en pecar, repréndelos delante de todos, para que los demás también teman.  Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, y de sus ángeles escogidos, que guardes estas cosas sin prejuicios, no haciendo nada con parcialidad.  No impongas con ligereza las manos a ninguno, ni participes en pecados ajenos. Consérvate puro.


Evitar las pláticas sin sentido, las que son vanidad, superficiales.
• 1 Tim 1:3-6. que mandases a algunos que no enseñen diferente doctrina,  ni presten atención a fábulas y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que edificación de Dios que es por fe, así te encargo ahora. Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida,  de las cuales cosas desviándose algunos, se apartaron a vana palabrería, 
○ 1 Tim 6:20-21. Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia, la cual profesando algunos, se desviaron de la fe. La gracia sea contigo. Amén.
○ 2 Tim 1:13-14. Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús.  Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que mora en nosotros.
○ 2 Tim 2:14-16. Recuérdales esto, exhortándoles delante del Señor a que no contiendan sobre palabras, lo cual para nada aprovecha, sino que es para perdición de los oyentes.  Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.  Mas evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad. 
○ 2 Tim 2:23-26. Pero desecha las cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas.  Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido;  que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad,  y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él.


Responsable para con su familia.
• 1 Tim 5:7-8. Manda también estas cosas, para que sean irreprensibles; porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.



Conclusión: los hombres y mujeres que Dios está buscando.

• 1 Tim 4:12-16. Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.  Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza.  No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio.  Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.
○ Ser ejemplo en:
§ Palabra: todo lo bueno, lo justo, lo edificante (Fil 4:8-9; el poder de la vida y la muerte están en la lengua, Prov 18:21).
□ Las palabras derivan de nuestros pensamientos (cuidar nuestros pensamientos, cuidar nuestro corazón; Prov 4.23).
§ Conducta: hacerlo todo por amor a Dios, por agradecimiento, para Su Gloria (Col 3:22-24; no por motivos egoístas).
§ Amor: a Dios (obediencia) al prójimo (servicio).
§ Espíritu: guiados por el Espíritu en todo, haciendo morir las obras de la carne por el Espíritu.
§ Fe: firmemente parado en la Palabra de Dios, siendo hacedor de la Palabra, obediente a ella, manifestando fruto (mostrando nuestra fe por nuestras obras).
§ Pureza: buscando agradar a Dios en todo, santidad, obediencia, temor de Dios, arrepentimiento.
○ Aprovechando bien el tiempo en la lectura de la Palabra, la exhortación (animando a otros) y la enseñanza (discipulando).
○ Diligentes en la operación de los dones que Dios nos ha dado.
○ Tener cuidado de nosotros mismos (Rom 12:1-3: crucificar la carne, renovar nuestro entendimiento en la obediencia a Dios, no tener mayor concepto de sí que el que debemos tener).
○ Tener cuidado de la doctrina: seguir todo lo que conduce a la santidad (arrepentimiento, regeneración, renovación, temor de Dios, obediencia, servicio, santidad).

06 Mayo 2015
Referencia: Servicio.