Estudio Bíblico

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La oración.



Oración de alabanza. "Porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos."

Esta parte de la oración implica nuevamente retornar a la alabanza, a una alabanza agradecida por la respuesta del Señor a todas nuestras oraciones y peticiones, a toda la ayuda que necesitamos que viene de Él por el Espíritu Santo y gracias a la Sangre de Cristo derramada en la Cruz. Una oración que reconozca que El Rey de toda la Creación, y ello incluye que Él es nuestro Padre pero también nuestro Rey, al que necesitamos entregarle todo el poder y la gloria en nuestra vida y en la de nuestros cercanos, todo el tiempo.

Es una alabanza que reconoce Su Señorío, Su Gobierno, Su Autoridad, Su Poder, Su Soberanía sobre nuestras vidas, no de una manera ciega, sino entendida de que es lo que más nos conviene porque Él es Bueno, Amoroso, Cuidadosa, Santo y quiere lo mejor para cada uno de nosotros Sus hijos e hijas.

En esta parte de la oración necesitamos reconocer y reafirmar que es a Él a quién le debemos nuestra obediencia, que es por Él por quién podemos hacer todo lo que hacemos y ser lo que somos, y ello nos debería llevar a un reconocimiento y agradecimiento de su infinita bondad manifestada en todo lo que somos, podemos y hacemos cada día, encomendándonos a Su Autoridad y a la dirección de Su Palabra y de Su Espíritu Santo en todo lo que vamos a hacer de allí en adelante.

Como podemos observar, en la parte inicial del modelo de oración, había una parte que esta dedicada también a la alabanza, pero en ella el motivo principal es el agradecimiento al Señor por todo lo que Él hace en nuestras vidas. En tanto que en esta parte, lo alabamos pero reconociendo que Él es Dios, Rey y Señor nuestro y por ello no solo le damos nuestro agradecimiento, sino que le reiteramos que nuestra vida y nosotros estamos dedicados a la obediencia a Él, a hacer Su Voluntad.

03 Nov 2014