Estudio Bíblico

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Módulo 204. Cosmovisión Bíblica.



LA CAIDA.



Fundamento bíblico.

Gen 3:6-13. Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales. Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses? Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí.

Rom 6:16. ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?

Mat 4:8-10. Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.

Gen 3:14-21. Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti. Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes. Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.



Los propósitos de Dios en la creación del varón y la mujer.
Cuando Dios creó al primer varón y a la mujer y los puso en el Edén, el propósito de Dios para con ellos era múltiple:
• Tener relación con ellos, como Padre e hijos, y que ellos le obedecieran (Gen 2:16-17), le adoraran (Jn 4:23, Sal 150:6) y glorificaran su Nombre en todo lo que hicieran (Col 3:23), todo lo cual configura el mandato a la adoración.
• Que las relaciones entre los seres humanos fueran relaciones de justicia, igualdad de valor y dignidad, ayuda mutua, paz y complementariedad, y establecieran estructuras y sistemas sociales justos, lo que implicaba un mandato a la búsqueda de la justicia (Mat 6:33, Rom 14:17).
• Que el ser humano administrara y señoreara sobre la creación (no sobre los demás seres humanos) lo que constituye el mandato a la mayordomía (Gen 2.15, Gen 1:28).
• Que el ser humano viviera eternamente (Gen 2.17, Gen 3:22-24).



La caída corrompió totalmente el plan de Dios
• El ser humano desobedeció y se separó de Dios (muerte espiritual), perdiendo la conexión con su origen, y por ende, su inocencia, su identidad y su propósito.
• “Conocieron que estaban desnudos” (Gen 3:7)  principio de la malicia.
• “Se escondieron de la presencia de Jehová Dios” (Gen 3:8)  principio del temor.
• “Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo, y me escondí” (Gen 3.10).
• Y como consecuencia de la separación de Dios, de no tomarlo en cuenta a El a pesar de haberlo conocido:
• El pecado en toda su plenitud entró en el mundo, con sus consecuencias sociales (el pecado nunca es individual exclusivamente, siempre es social, porque siempre es algo que hacemos directa o indirectamente en contra de otros, es decir, que aquí también ubicamos el origen del pecado individual y el pecado social), (Rom 1:28-32, Gen 6:5, Rom 3:10-18).
• Se pierde la identidad y el propósito porque separados de El nada podemos hacer (Jn 15:5).
• Las relaciones entre los seres humanos se trastornaron y se hizo presente la rebelión, la división, la acusación y culpa.
• “Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió (el principio de la desobediencia); y dio también a su marido (el principio de la rebelión y la usurpación de la autoridad), el cual comió así como ella.” (Gen 3:6).
• “la mujer que me diste por compañera” (Gen 3:12) –> el principio de los reclamos y los cuestionamientos a Dios y de la evasión, el rechazo, la culpa, la condenación y la acusación.
• El ser humano, por la desobediencia a Dios y la obediencia al diablo, se desligó del Reino de Dios y se hizo parte del reino de las tinieblas, teniendo al diablo como señor, y como consecuencia, el señorío que había recibido de Dios pasó a ser el señorío del diablo sobre la creación (Rom 6:16), por esa razón el diablo recibe todos los reinos y la gloria de ellos (Mat 4:8), y se le llama en las Escrituras, entre otros nombres, el príncipe de este mundo (Jn 12:31, Jn 14:30, Jn 16:11, Efe 2:2). Al convertirse el diablo en el señor de la creación y por efecto de su acción sobre ella, toda la creación fue corrompida (no fue Dios el que causó todo ello, sino que el diablo; Dios lo que hizo con el hombre fue contarle lo que a partir de ese momento iba a tener que experimentar porque el diablo lo iba a causar):
• Los animales, comenzando por la serpiente, atacarían al ser humano y este los atacaría a ellos, que conllevaba la potencialidad del deterioro ecológico (Gen 3:15).
• Los seres humanos comenzarían a experimentar el dolor y la enfermedad físicas (Gen 3:16)  el principio de todo dolor, enfermedad y muerte física.
• Las mujeres querrían usurpar la autoridad del varón, y los varones se enseñorearían de ellas (Gen 3:16)  el principio de todo abuso y discriminación, del machismo y del feminismo, de la opresión y represión sociales, etc.
• La tierra sería maldecida; produciría espinas y cardos (Gen 3:17-18)  el principio del deterioro ambiental.
• Con el sudor de la frente comería el pan (Gen 3:19)  las dificultades de la producción inducirían más adelante a la posibilidad de unos de contratar el trabajo de otros y enriquecerse de esa manera  la potencialidad de las relaciones injustas de trabajo, económicas, sociales y políticas.
• El ser humano, después de estar destinado a vivir eternamente, sin enfermedad, sin dolor, sin llanto, sin sufrimiento, paso a ser un ser temporal, y se abrió a la experiencia de la enfermedad, el dolor, el llanto, el sufrimiento, etc., experimentando no solo la muerte espiritual por la separación de Dios, sino la muerte emocional a través del dolor y el sufrimiento, y la muerte física a través de la enfermedad.
• “Polvo eres y al polvo volverás” (Gen 3:19).



Conclusiones acerca de la caída.
• No se puede entender completamente todo lo que sucede a partir de Gen 3, especialmente la salvación y redención que Dios opera en Cristo Jesús, y la tarea de la reconciliación que Dios quiere obrar como consecuencias de ellas a través de la Iglesia, sin tener el total entendimiento que la caída no solo fue un asunto espiritual, y no solo afectó la parte espiritual e individual del ser humano. La caída, fue un asunto integral, que abarcó la totalidad del ser humano, sus relaciones y sus actividades, y como consecuencia, no solo su relación con Dios sino su relación con el prójimo y con toda la creación de Dios.
• La forma de pensar occidental ha incidido decididamente en la interpretación reduccionista de la salvación, redención y reconciliación, como un asunto estrictamente espiritual e individual del ser humano, en contra de lo manifestado y enseñado a través de toda la Escritura (Jn 3:16-17, Luc 19:10).
• Por ello el énfasis de la iglesia cristiana en la salvación personal, y solamente en ella, y en algunos otros aspectos de la vida individual de la persona, pero su total desconexión de lo natural y social, que determina también una interpretación reduccionista del propósito de la Iglesia manifestado y enseñado con toda claridad a través de toda la Escritura (Mat 5:13-16, Mat 13.33, Efe 1:9-10, Col 1:15-20, Rom 8.19-21, 2 Cor 5:17-18).
• Como consecuencia de la caída de Adán, el pecado no solo le afectó a él personalmente, sino que afectó todas las relaciones humanas (relaciones que forman estructuras y estructuras que forman sistemas, todos ellos corrompido por el pecado), todas sus actividades (trabajo) y toda la Creación de Dios, trastornando su perfección original y corrompiéndola por causa del pecado (Gen 3:6-19).
• Derivado de la caída, y como una consecuencia de ella, Dios establece Su plan de salvación, redención y reconciliación, no solo de unos aspectos de la caída (los estrictamente individuales), sino de todos ellos (Luc 19.10).
• Por lo tanto, una salvación, redención y reconciliación, cuyos alcances se limitan a lo estrictamente espiritual e individual “privado” del ser humano, sin una transformación de nuestras relaciones y actividades (Mat 22:36-40, Mat 25:14-46), y a través de ello, de las estructuras y de los sistemas, es una salvación que se quedó corta, sumamente corta en relación con el plan de Dios.
• Igualmente, una salvación, redención y reconciliación, que solo pone los ojos en la iglesia y en la eternidad futura (que por cierto no vamos a vivir en el cielo sino en la tierra, Apo 21.1-5) y no considera sus efectos en la vida terrenal, se traducen en un cristianismo evasivo, escapista, fuera de la realidad de las Escrituras, y por ende, esquizofrénico, como el del sacerdote y el levita de la parábola del buen samaritano (Luc 10:29-37, Mat 25:31-46, Mat 7:21-23).
• El Reino de Dios que estaba previsto ser manifestado en la Creación a través del señorío de Dios sobre los seres humanos y de estos sobre ella y en el mundo social y natural a través de relaciones justas (es decir el Reino de Dios sobre el ser humano, sus relaciones, sus actividades, y la naturaleza), fue cambiado por el reino de las tinieblas manifestado a través de esa misma humanidad solo que ahora completa y totalmente pecadora y a través de relaciones y actividades injustas, de pecado (Gen 4:8, Gen 4:19, Gen 6:5), no solo hacia otros seres humanos sino hacia la naturaleza misma.
• Por ende, todos los cristianos, necesitamos desarrollar una doctrina más amplia acerca de los alcances de la caída, y por ende, de la salvación, redención y reconciliación, y del Reino de Dios, que la que tradicionalmente hemos tenido.



BIBLIOGRAFÍA.

“La Fe Cristiana frente a los desafíos contemporáneos”.
John R. W. Stott.
Libros Desafío. CRC Publications. Primera reimpresión, 1999.


31 Ene 2012