Estudio Bíblico

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¿Que es la vida?




Ecle 3:11.
Fuímos creados a imagen y semejanza de Dios (para vivir eternamente, Gen 1:26-27).
Fuímos creados para la eternidad.
3 etapas de la vida. concepción, vida terrenal y vida eterna.
Cada una es una preparación para la siguiente.
Esta vida terrenal es solo en ensayo antes de la verdadera: la eternidad (2 Cor 5:1).
Solo dos opciones: el cielo o el infierno.
Nuestra relación con Dios aquí determinará el lugar allá (Mar 16:16, Deut 30:19-20, Jn 3:16-19).
Dios tiene un propósito para nosotros en la tierra pero no termina aquí.
Lo que hagamos acá tendrá consecuencias eternas.
Nuestra responsabilidad de cada día: prepararnos para la eternidad.
Vivir cada día como si fuera nuestro último acá (de hecho, puede serlo).


La vida desde la perspectiva de Dios.
Prov 23:7, Mat 6:21, Luc 12:34: la manera en que definamos nuestra vida determinará nuestro destino; influíra en:
Como empleamos el tiempo, el dinero, los talentos, etc.
Como valoramos las relaciones.
Nuestras expectativas, valores, metas, prioridades.
En última instancia, solo hay dos formas de definir la vida (Deut 30.19-20):
Desde la perspectiva de Dios.
Desde la perspectiva del mundo.
La Biblia nos enseña (Rom 12.2, Efe 4:23) que para vivir una vida que valga la pena, necesitamos salir de cualquier otra forma diferente de pensar la vida que no sea la de Dios, porque El la diseñó de tal forma que solo podemos vivirla plenamente cuando lo hacemos de acuerdo a su diseño (Jer 17:5-8).


La vida desde la perspectiva de Dios.
Una prueba.
Un fideicomiso.
Una asignación temporal.


La vida como una prueba (Rom 8.28, Sal 11.5, Prov 17.3, 1 Tes 2.4).
Una prueba de carácter, fe, obediencia, amor, integridad, lealtad, etc., para que crezcan, se desarrollen, fortalezcan (Sal 17:3, Rom 5:3-5, 2 Cor 2:9, 2 Cor 8:8, 1 Tim 3:10, Sant 1.3, 1 Ped 1:7, 2 Ped 1:3-7).
Los medios de prueba:
Las tentaciones, las tribulaciones, las refinaciones y purificaciones.
Las personas, las circunstancias, las cosas.
Las pruebas no son de nosotros para Dios: Dios ya no nos conoce mucho más profundamente que nadie más, El conoce nuestro corazón.
Las pruebas son las oportunidades que Dios nos da para que nosotros conozcamos lo que verdaderamente hay en nuestro corazón (engañoso es el corazón más que todas las cosas, Jer 17:9).
Ninguna prueba será mayor que nuestra capacidad de superarla (1 Cor 10:13, Jn 16:33).


La vida como un fideicomiso (mayordomía).
Todas las cosas que forman parte de nuestra vida nos han sido dadas para que las usemos de acuerdo al propósito de Dios (Jn 3:27, Mat 25:14-30, 1 Tim 6:17, 1 Cor 4:1-5, 1 Ped 4.10).
Ello incluye: tiempo, vida, relaciones, familia, dinero, bienes, habilidades, trabajo, conocimientos, iglesia, nación, dones, cuerpo, mente, etc.
No somos dueños de nada, solo administradores de todo.
Todo es un encargo que Dios ha puesto en nuestras manos.
Debemos cuidarlo lo mejor que podamos.
Al final de esta vida seremos evaluados y recompensados de acuerdo con la manera en que usemos lo que Dios nos ha confiado (todo).
Las tres recompensas: aprobación, ascenso, festejo (1 Cor 3:10-15, Mat 25:14-30).
Ojo: el dinero (Luc 16:11).
Una relación directa entre el uso del dinero y la calidad de la vida espiritual.
La manera en que usemos el dinero (riquezas mundanas) determinará cuantas bendiciones espirituales me puede confiar el Señor (las riquezas verdaderas).


La vida como una asignación temporal (Sal 39.4, Sal 119:19).
Buen uso de la vida.
La vida terrenal, comparada con la eternidad, es extremadamente breve.
La tierra es tan solo nuestra residencia temporal  campo de entrenamiento para la próxima).
Nuestra identidad está en la eternidad. Nuestra patria es el cielo  dejar de preocuparnos por tenerlo todo aquí y ahora (1 Jn 2:16-17)
Pensar más en lo celestial que en lo terrenal.
Pensar lo terrenal desde la perspectiva del cielo.
Ser amigo del mundo  ser enemigo de Dios (Sant 4:4).
La vida no consiste en la búsqueda de la felicidad, el éxito y/o la riqueza material (Luc 12:15).
Estamos en entrenamiento, desarrollo y perfeccionamiento para la eternidad (Fil 1:6).
Eso explica porque aquí en la tierra pasamos (Heb 11:13-16):
Dificultad, sufrimiento, rechazo.
Promesas aparentemente inconclusas.
Algunas oraciones sin respuesta.
Algunos sucesos aparentemente injustos.
Nunca nos sentiremos completamente satisfechos en la tierra.
Imperfecciones  fuimos creados para la perfección.
No encajaremos totalmente  nuestra ciudadanía es celestial.
Estamos viviendo temporalmente en casa ajena.



Bibliografía:
“Una vida con propósito”, Rick Warren.

08 Jul 2011
Referencia: Propósito.